Diputados

La oposición volvió a trabar la ley anti barras y Cambiemos hace el último intento para aprobarla el 27

Entre gritos e insultos, los bloques pidieron modificaciones. Habrá una reunión de asesores el miércoles y otro plenario el jueves. El oficialismo insiste en tratarla el 27.

Diputados retomó en un plenario de comisiones el debate de la ley para aumentar las penas por violencia en el fútbol, pero la historia de diciembre volvió a repetirse: la oposición rebatió la mayoría de los artículos del borrador acercado por la radical Gabriela Burgos, que convocó a una reunión de asesores para mañana con el plan de dictaminar el jueves y aprobarlo en el recinto el miércoles 27. 

No pudo alcanzar un consenso este martes porque al resto de las fuerzas políticas siguen sin convencerles algunos aspectos de la ley que Patricia Bullrich prefirió no revisar.

Objetan la complejidad para definir sanciones por las avalanchas, identificar disturbios que obliguen a suspender partidos fútbol, penalizar la tenencia de entradas falsas y prohibir que funcionarios integren la comisión directiva de los clubes, una restricción que hizo mucho ruido al interior de Cambiemos.

"El proyecto de hoy es más malo que el de diciembre. Fuimos para atrás. Viene el Ministerio de Seguridad a presionar para que salga, pero este proyecto no se va a poder aplicar en ningún lugar. Y no llamamos a los actores, no llamamos a los futbolistas", protestó Carlos Castagnetto, del Frente para la Victoria.

El plenario fue coordinado por Burgos, presidenta de la Comisión de Legislación Penal; y Daniel Scioli, titular de la Deportes y encargado de enumerar las objeciones de su bancada al inicio de un accidentado plenario, con cruces fuera de micrófono del macrista Fernando Iglesias con todo el arco peronista.

Habrá una reunión de asesores el miércoles y el jueves Burgos intentará dictaminar para tratar la ley el miércoles 27. Si no hay acuerdo el texto final será reescrito en el recinto. 

El verborrágico diputado interrumpió su discurso para preguntarle en malos términos al kirchnerista Horacio Pietragalla si le había dicho "forro"; y descarriló cuando acusó de tonta a Carolina Moisés, del bloque peronista Argentina Federal. "Escribe libros y tiene el cerebro de un mono", se indignó la jujeña, que fue por 6 años presidenta de un club de fútbol.

"¡Por favor! ¡Estamos discutiendo una ley para terminar con la violencia en el fútbol y nos peleamos entre nosotros!", intentó poner orden Burgos. No tuvo suerte: unos minutos más tarde, el kirchnerista Rodolfo Tailhade peló una banana y le propuso a Iglesias tuitar una foto comiéndola, por su presunta similitud mental con el antepasado del hombre.  

En ese clima, las diferencias parecieron irreconciliables, igual o más que en diciembre, cuando la ley se aprobó en general pero Martín Lousteau pidió que volviera a comisión mientras la oposición reescribía cada artículo en el debate en particular. El final, por ahora, no sería muy diferente si Cambiemos insiste en llevar la ley al recinto en estas condiciones. 

Facundo Moyano, que integra el bloque de Felipe Solá, anticipó su rechazo a vetar funcionarios de dirigentes de clubes de fútbol. "¿Por qué sólo de clubes de fútbol?", preguntó. Como explicó LPO, se trata de una idea de Carrió que incluía a funcionarios de todos los niveles y Bullrich restringió a los nacionales, como su secretario de Seguridad Eugenio Burzaco, que es vocal de River Plate.

Juan Brügge, de Argentina Federal, volvió a proponer sanciones administrativas para los clubes, como pérdida de categoría o puntos. "No estoy descubriendo la pólvora: así funciona en Europa, porque genera un control social. No tiene sentido poner multas económicas que no pueden pagar", sugirió.

La reunión fue presenciada por Marcelo Achile, presidente de Defensores de Belgrano y prosecretario de la AFA, pero no había sido invitado: la secretaria de Moises llamó a la oficina de oficina de calle Viamonte para informarle del plenario y Rubén "Chiqui" Tapia envió al dirigente del ascenso.

"¿Algún dirigente se comunicó con usted acaso?", preguntó el radical Luis Petri. "No, nadie", respondió Burgos. Aún así, Castagnetto, Moises y el puntano Andrés Vallone pidieron las visitas de dirigentes y de Bullrich antes de dictaminar, pero Burgos insistió en buscar un dictamen de consenso en asesores para escribirlo el jueves.

"¡Es muy obvio lo que están haciendo!", se enfureció Iglesias, pero Petri se cruzó varias veces a hablar con la oposición e intentó trató de aportar claridad.

"La avalancha es un delito legislado en el Código Penal desde 1921 cuando no había la tecnología de hoy y aun así el legislador pensó en los delitos cuyo autor no podía ser identificado", explicó. Y aclaró que en el caso de entradas falsas, el adquiriente debería mostrar dónde las compró para evitar ser sancionado. 

Juan Manuel Huss, del kirchnerismo, recordó que existe un sistema para identificar a los espectadores, pero el problema es que muchos barras son "oficiales" de los clubes. "Algunos tienen menos fútbol que la (revista) Para Ti", ironizó.  La discusión seguirá entre los asesores.