Diputados

La campaña verde presenta la ley del aborto en abril y exige debatir sobre educación sexual

Mantienen el tope de 14 semanas, no hay penas para la mujer en ningún caso e incorporan artículos de la ley de educación sexual que congeló Macri. Los diputados prefieren evitar el debate.

La Campaña nacional por el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, resolvió este domingo en Córdoba presentar en abril su proyecto para autorizar la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), cuya redacción final no está concluida pero contendría una versión más dura que la aprobada en junio en Diputados.

Según un punteo al que tuvo acceso LPO, el proyecto no difiere del presentado cada año por la ONG, o sea, ignora la mayoría de los retoques realizados en 2018 para lograr una mayoría en la Cámara baja, que luego no fue posible repetir en el Senado.

Sostiene las 14 semanas de gestación como tope para abortar (el Senado había evaluado cambiarla a 12), pero no pena a las mujeres que lo practiquen superado ese período, como lo hacía el dictamen del año pasado.

Mantiene el polémico artículo que autoriza el aborto a chicas de entre 13 y 16 años por considerar que no es una intervención invasiva, según la definición del Código Civil y Comercial aprobado en 2015. Fue otro fragmento borrado en la negociación del último invierno.

El proyecto de la Campaña ignora los cambios que tuvo la ley del aborto para aprobarse en Diputados. Obliga a la cobertura a las obras sociales y a las escuelas a enseñar educación sexual integral. 

El proyecto tiene dos novedades: incorpora el aborto al programa médico obligatorio (PMO) para exigir a las obras sociales que cubran el tratamiento sin costo, al igual que el sistema de salud pública.

Y también agrega artículos de la ley de Educación Sexual Integral, la ESI, dictaminada en septiembre y archivada por gestión de Eduardo Finocchiaro cuando parecía desatar otra disputa entre verdes y celestes, colores característicos de promotores y detractores del aborto que acapararon las calles durante los primeros 8 meses del año pasado.

Tras celebrar el fracaso de la IVE en el Senado, los celestes, un colectivo dominado por cultos evangélicos y católicos, irrumpieron en el plenario de comisiones de Diputados que aprobó el dictamen de la ESI y marcharon cada semana al Congreso pare exigir que no llegue al recinto. 

Sostienen que promueve la "ideología de género", un concepto repetido por el presidente brasileño Jair Bolsonaro que sugiere la promoción de práctic sexuales "sin base científica alguna", que complotan contra la familia tradicional y los valores religiosos con el único fin de crear culturas presuntamente manejables y autodestructivas.

El Gobierno congela la ley educación sexual: no quiere más choques entre verdes y celestes 

Lograron captar la atención de legisladores que habían colaborado en la gesta anti aborto y hasta de Mauricio Macri, que prefirió no alterar los ánimos y ordenó al ministro de Educación convocar a diputados propios de ambos bandos e instruirlos a recluirse hasta nuevo aviso.

En 2019 el presidente no está interesado en debatir el aborto para no alterar la campaña electoral pero no sabe cómo excluirlo de la discusión del nuevo Código Penal que volvió a prometer en la apertura de sesiones ordinarias. Ni sus propios legisladores creen posible llevarlo a las comisiones sin volver a la polémica sobre cuándo se inicia la vida.

Disciplinados, los "verdes" de Cambiemos dejaron de pronunciarse sobre la IVE por considerar que el año de recambio presidencial no es propicio para retomar una lucha que partió todas las bancadas y no tiene líderes capaces de controlarla. El documento de la Campaña emitido en Córdoba les dedicó un párrafo: "En el marco de las elecciones a realizarse este 2019 se exige a los/las candidatas a expedirse respecto de la legalización del aborto voluntario", reclamaron.

Entre los celestes insisten en que tarde o temprano la disputa deberá dirimirse en una consulta popular, aun cuando la Constitución prohíba votaciones vinculantes para temas penales. Los bloques políticos deberían comprometerse a legislar en consecuencia. Pocos imaginan tanta buena fe.