Bancos

Pese a que pierden frente a la inflación, los depósitos a plazo en enero crecieron 7,7%

En los 6 meses y medio de presidencia de Sandleris, solo en dos meses las tasas le ganaron a la inflación. El Banco Central busca que las tasas altas lleguen a los depositantes.

El Informe sobre Bancos del mes de enero difundido ayer a última hora por el Banco Central mostró que en ese mes los depósitos en plazos fijos del sector privado crecieron 7,7% desestacionalizado por encima de la inflación respecto de diciembre. De esta forma mostraron su cuarto mes en aumento a pesar de que el resultado de este tipo de colocaciones resultó en una pérdida de poder adquisitivo para los inversores.

"En parte por la estacionalidad propia de enero, el saldo de depósitos en pesos del sector privado se redujo 0,7% en términos reales (+2,2% nominal) con una disminución de las cuentas a la vista de 8,7% real y un crecimiento de los depósitos a plazo de 7,7% real. Los depósitos en moneda extranjera del sector privado aumentaron 2% en el mes", precisó el informe de la autoridad monetaria.

Las elevadas tasas de interés nominales y la relativa estabilidad del dólar en el mes de diciembre, sumadas a la expectativa de que el tipo de cambio siguiera acercándose al piso de la zona de no intervención, fueron los grandes atractivos para que los depósitos a plazo crecieran. En efecto, el dólar cayó de $38,60 a $38,10 en el mes de enero y el Banco Central cerró el mes comprando reservas internacionales para evitar la pérdida de competitividad de la moneda.

En ese sentido, en el mes de enero, el que apostó al depósito en plazo fijo en pesos, ganó (aproximadamente 3,94% en pesos y 5,3% en dólares). E incluso le ganó a la inflación, que había marcado 2,9% mensual. En diciembre, el resultado había sido similar, el plazo fijo permitió ganar 3,95% en pesos -cuando la inflación fue de 2,6%- y 0,7% en dólares. Pero, si quiso repetir la hazaña en febrero y volvió a apostarle al plazo fijo de corto plazo a principio de mes, ganó 3,6% -si lo hizo a mitad de mes el resultado nominal se había reducido al 2,9% por la baja de tasas-, terminó perdiendo: no solo contra la inflación, que fue del 3,8%, sino también contra el dólar, que subió 6,8%.

Y febrero no fue la excepción. Más bien podría decirse que diciembre y enero lo fueron. Cuando uno mira la tasa de interés que los bancos pagaron a sus depositantes durante los seis meses y medio que Sandleris lleva frente al Banco Central y aplica la política de control de agregados monetarios mediante la tasa de Leliq, lo que se observa es que la tasa de interés quedó durante cuatro meses y medio detrás detrás de la inflación.

Y si uno mira el 39,4% que los bancos ofrecen a sus clientes al día de hoy contra el 44,2% que surge de anualizar el 3,1% de inflación proyectado para marzo, se ve que el depositante nuevamente perderá frente a los precios.

En resumidas cuentas, con las altas tasas de interés de Sandleris, los ahorristas que apostaron al peso, perdieron contra la inflación. Y parece que, al menos por lo que resta del mes, van a volver a perder.

En resumidas cuentas, con las altas tasas de interés de Sandleris, los ahorristas que apostaron al peso, perdieron contra la inflación.

Entre las muchas críticas que recibe la política del Banco Central, esta es una clave: si las tasas son altas para que los depositantes no dolaricen sus depósitos, ¿cuántos meses más los depositantes van a volver a perder contra la inflación a sabiendas que históricamente el dólar tarde o temprano le empata a la inflación?

Al Banco Central esto le preocupa y por eso este viernes dieron a conocer que analizan medidas para forzar que las tasas de interés que les pagan a los bancos por las Leliq se trasladen a los depositantes. LPO pudo saber que estaban en estudio varias medidas para promover la competencia entre bancos e incentivarlos a subir las tasas con las que remuneran a los ahorristas.

Es que mientras que los bancos hoy cobraron una tasa promedio de Leliq del 63,9% nominal anual (TNA) -que equivale a la friolera de 88,7% efectivo anual (TEA) porque la capitalización es semanal- a, los depositantes les llegan tasas promedio del 39,4% nominal anual por préstamos a 60 días, es decir una tasa efectiva anual del 46,5%, prácticamente la mitad.

En una economía sana, los bancos toman depósitos y los reubican en créditos productivos, al consumo e hipotecas y sus ganancias provienen de brindar a la sociedad el servicio de colocación responsable de ahorros, es decir de sus servicios de intermediación. Cuando Sturzenegger les ofrecía a los ahorristas las tasas de Lebacs salteándose a los bancos, ellos se quejaban del daño que generaba "la desintermediación de la economía".

En el estado actual de la macroeconomía argentina, la lucha antiinflacionaria del Banco Central les ofrece a los bancos incentivos para ganar un spread nominal de prácticamente 25 puntos porcentuales libres de riesgo.  Y persiste el riesgo de dolarización si una y otra vez los depositantes observan que a fin de mes, los que les ganaron a la inflación fueron los bancos, pero ellos no.

Según pudo saber LPO, los bancos explican a la autoridad monetaria que no trasladan a los depositantes las tasas de Leliq porque estas son por una semana y no se sabe cuánto va a valer de acá a 30, 60 o 120 días cuando se termine el plazo fijo; y ellos deben incorporar esta incertidumbre y la volatilidad de las tasas a la hora de determinar cuánto le ofrecen a los ahorristas. Por eso el Banco Central estudia ampliar el plazo de las Leliq de 7 a 30 días -como sucedía con las Lebacs- para reducir esta incertidumbre.