Recesión

A contramano de Argentina, Europa y China bajan impuestos y tasas para reactivar sus economías

Mientras que en el país se aplica un severo plan de ajuste, el mundo baja impuestos e inyecta liquidez.

Uno de los leit motiv del presidente Macri es el famoso "volvimos al mundo". Según la visión del Gobierno, Argentina se encontraba aislada en el plano internacional, aplicando viejas recetas que ahora fueron modificadas para alinearse a las políticas económicas de los principales jugadores globales.

Sin embargo, el mundo no para de impulsar políticas expansivas en miras a lograr un mayor crecimiento económico, mientras que en la Argentina se aplica un severo plan de ajuste fiscal y monetario que profundiza la recesión.

Hasta el ultra ortodoxo presidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi se mueve en este sentido y este jueves decidió aprobar un "shock de liquidez" a los bancos para facilitar el crédito a empresas y familias.

Mario Draghi concluirá su mandato de ocho años al frente del Banco Central Europeo sin haber subido ni una vez las tasas. Este jueves sorprendió a los mercados al sumar un nuevo shock de liquidez a los bancos, que reducirá aún más el costo del crédito.

A su vez, postergó por lo menos hasta fin de año la suba de tasas que estaba programada, en un conjunto de medidas que apunta a amortiguar el recorte de crecimiento que de acuerdo a sus previsiones pasará del 1,7% al 1,1%.

Se trata de una reacción contracíclica al mal momento que atraviesan las economías del viejo continente, donde incluso Alemania recortó las expectativas de evolución del nivel de actividad.

En segundo lugar, los analistas aseguran que la banca europea suele moverse en tándem con la Reserva Federal de los Estados Unidos, que había anunciado tres ajustes de tasa para este año y que ahora no tiene previsto efectuar ninguna.

Finalmente, la decisión también se justifica para tranquilizar el clima político ante la incertidumbre frente a las elecciones parlamentarias que tendrán lugar en mayo en todo el continente, donde hay un gran temor al avance de fuerzas "populistas".

El presidente Xi Jinping en la reciente cumbre del PC Chino.

Por otro lado, el anuncio de Draghi se suma a la reducción de casi 300.000 millones de dólares en impuestos y tarifas decretada por China, que también aumentará la inversión en infraestructura y otorgará nuevos préstamos a las pequeñas empresas en un gran paquete de estímulos económicos.

"En el mundo hay una clara tendencia a la reducción de la carga fiscal. Estamos viendo una guerra de competitividad, donde el que no baja impuestos se queda afuera. Trump es el máximo ejemplo, pero Macron también lo hizo apenas asumió, Bolsonaro ya dijo que lo hará y China lo anuncia como respuesta a su desaceleración", manifestó a este medio el director de la consultora DNI, Marcelo Elizondo.

El problema es que Argentina no sólo no se suma a esta tendencia, sino que recientemente creó nuevos impuestos a las exportaciones de productos que históricamente necesitaron la protección estatal para poder colocarse en otros mercados.

Tal es el caso de los servicios con sectores altamente calificados como el software o la industria manufacturera que a partir de esta nueva carga sus envíos al exterior cayeron un 24,3% de acuerdo a los últimos datos de enero.

De esta forma, se alcanzó una presión tributaria más alta que incluso el pico del 2015, con el agravante que frente al alza del dólar, la tasa de interés vuelve a girar en torno al 60%, lo que impacta fuertemente en todo el sector productivo.

"Nosotros somos uno de los pocos casos que no bajaron impuestos. Solo hay cinco países que tienen una alícuota del 35% a las empresas y uno de esos es Argentina. Sucede que todavía estamos con una agenda vieja, resolviendo temas básicos de estabilidad macroeconómica que el mundo ya superó en la década del 80'", explicó Elizondo.