Senado

Marino presiona para seguir de vice del Senado y desata una rebelión de mujeres en el peronismo

"No lo vamos a votar; tiene que dar un paso al costado", exigió Norma Durango, presidente de la Banca de la Mujer.

El senador radical Juan Carlos Marino volvió a demostrar que sabe hacerse valer en el Congreso, donde ostenta más cargos que ningún legislador: su bloque intentará este miércoles a las 17 reelegirlo como vicepresidente primero del Senado, pese a que en diciembre la empleada Claudia Guebel lo denunció por acoso sexual.

Las autoridades deben ser votadas por la mayoría del recinto y si bien el cargo le correspondería a la UCR, las senadoras del peronsimo federal anticiparon que no levantarán la mano por el pampeano.

"Como mujer pampeana y como presidenta de la banca de la mujer no lo voy a votar. Y me hubiera gustado que Marino de un paso al costado y  espere una definición de la justicia. Muchos hombres y mujeres no lo van a respaldar", sostuvo ante LPO Norma Durango, aliada de Argentina Federal, la bancada de los gobernadores.  

"Como presidenta de la Banca de la mujer y pampeana voy a votar en contra de Marino", anunció a LPO la senadora Norma Durango. Pichetto lo debatirá en su bloque.

Su jefe Miguel Pichetto los reunirá a las 14 para debatir el asunto, pero parece imposible que pueda conseguir un respaldo silencioso a Marino. En el mejor de los casos negociaría abstenciones, que en la votación funcionan como ausencias, pero sin evitar una catarata de discursos contra la violencia de género que subirían el tono de la sesión y repartirán el costo político entre todas las fuerzas.

"Es casi una provocación que la UCR no elija otro senador para ocupar la vicepresidencia. La causa está abierta, nunca lo prejuzgamos pero tampoco nos llegó un papel para saber cómo avanzó la investigación", se enfadó una autoridad del PJ, en diálogo con LPO.

Durango reunió a la Banca de la Mujer en diciembre, cuando se conocieron denuncias de abuso sexual en el ambiente artístico y político como la del senador radical, que realizó una escueta defensa en el recinto, seguida de discursos contra la violencia de género.

Como adelantó LPO, Miguel Pichetto le sugirió a los radicales elegir un reemplazante para la vice primera, pero durante el fin de semana el pampeano logró hacer valer su voz y consiguió el respaldo de su correligionario Luis Naidenoff, jefe del interbloque Cambiemos.

Al menos hasta este martes no había encontrado resistencia entre las senadoras radicales: todas confían en su compañero y darían la cara por él. De todos modos, el bloque se reunirá a las 15.30 para tomar la última decisión, ya con el dato del ruido que hayan provocado en el peronismo.

El PRO no participó de la discusión previa para evitar rencillas internas, sobre todo porque en su descargo, el abogado de Marino sugirió que la denuncia fue orquestada por el macrista pampeano Carlos Mac Allister, derrotado en la interna de Cambiemos por el diputado radical Daniel Kroneberger. 

Caso Marino: acoso, espías y Senado

Con su resistencia, Marino sacó chapa de ser el legislador más poderoso del Congreso, donde preside las dos bicamerales con mayor presupuesto: la de la biblioteca y la de control de organismos de inteligencia, que se rehúsa a reunir para proteger al jefe de la AFI, Gustavo Arribas. 

El último pedido fue el lunes, realizado por los diputados kirchneristas Rodolfo Tailhade y Leopoldo Moreau. Le exigieron citar al juez de Dolores Alejo Ramos Padilla, a cargo de la denuncia de extorsión y asociación ilícita contra el abogado Marcleo D Alessio, en la que se mencionan a agentes de inteligencia. Marino no respondió.