El socialismo promete que Rosario será "la resistencia progresista del país"

La precandidata a intendenta Verónica Irizar cuestionó la corrupción del kirchnerismo y la crisis económica de Macri.

Si algo es innegable en la política argentina, es el aporte en estéticas y recursos que dejó Cambiemos a la hora de hacer campañas electorales. El lanzamiento de la candidata socialista a intedente de Rosario, Verónica Irizar, no fue la excepción.

La joven economista, que ocupó la Secretaría de Hacienda en la gestión municipal de Miguel Lifschitz y luego en la de Mónica Fein el 2015 cuando fue elegida concejala, deberá competir en las PASO contra Pablo Javkin

La economista no la tiene fácil. Con un perfil más técnico que político, tiene dos meses antes de las primarias para instalar su nombre y convertirse en la candidata del Frente Progresista.

"Les quiero contar quién soy yo", comenzó su discurso reconociendo el alto porcentaje de desconocimiento por parte del electorado, para luego detallar los puntos fuertes de la gestión socialista como la salud y las políticas de inclusión.

"Cuando los militantes salgan a la calle seremos una fuerza imparable, arrolladora", prometió la precandidata apostando al aparato que en el 2015 le permitió a Fein renovar su mandato por escasos dos puntos de diferencia con el PRO, que venía de ganar las primarias.

De hecho, los afiliados al partido de la rosa se caracterizan por su paladar negro y no les suele caer en gracia los candidatos que no surgen de su orgánica. Se lo hicieron saber a la primera candidata a concejal, la periodista Susana Rueda, que es reconocida por su origen peronista.

Al momento de ser presentada, la conductora recibió un prudente aplauso que contrastó con la ovación que se ganó el hijo de Estévez Boero, Enrique, quien secunda a Rueda en la lista.

En el discurso, Irizar intentó transitar la idea de "cercanía" que impuso el PRO en sus campañas y recordó a la enfermera "María" de la Maternidad Martin, de gestión estatal, que la ayudó a tener su primera hija.

Además, aprovechó para destacarse como la única candidata mujer sin decirlo explícitamente: "Para el Frente Progresista, el futuro es feminista", afirmó y resaltó la paridad de género en las listas, las políticas de interrupción legal del embarazo y los espacios que tienen las mujeres en el Frente.

La socialista no eludió hacer referencia a las políticas nacionales y del "30 por ciento de pobres que dejó un modelo y otro" para destacar las políticas sociales en la ciudad. Además, afirmó que "en los últimos 35 años -Rosario- no fue atendida como corresponde por los gobiernos nacionales". El partido de Binner gobierna hace tres décadas.

"Hemos sufrido los desmanejos de unos pocos que están a metros del Obelisco" disparó la candidata trayendo a la memoria la pelea histórica con Buenos Aires: "Rosario nunca se sometió a las presiones de los gobiernos porteños".

A su vez, puso el acento en la falta de hechos de corrupción en las gestiones socialistas al afirmar que ningún funcionario estuvo involucrado "en el reboleo de bolsos" en clara alusión al ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, José López.

"No dejemos que la grieta entre a Rosario", reclamó Irizar que si gana la interna tendrá que enfrentarse contra los candidatos del peronismo y Cambiemos, ambos con propuestas muy competitivas.