Senado

Por la denuncia de acoso, peligra la continuidad de Marino como vice del Senado

El bloque radical debatirá el lunes su continuidad, pero el PJ habría exigido que lo reemplacen.

Juan Carlos Marino no volvió a aparecer. La última vez que se lo vio fue el 19 de diciembre, cuando asistió a la sesión del Senado para brindar su descargo sobre la denuncia por intento de acoso sexual presentada por la empleada del Congreso Claudia Guebel.

Ese día su abogado, Claudio Calabresi, sugirió que la denuncia había sido una maniobra de Carlos Mac Allister, por entonces candidato a gobernador de La Pampa por el PRO y dispuesto a retar a una interna a la UCR.

Enterado o no, Marino había declinado de participar unos días antes, lo reemplazó el diputado Daniel Kroneberger que el último domingo vapuleó a Mac Allister y motivó a sus correligionarios a promover una primaria entre Macri y Martín Lousteau, quien provocó al presidente pidiéndole no tenerle miedo. 

En este escenario, nada fácil para Cambiemos, el miércoles 27 de febrero a las 17 horas el Senado realizará la sesión preparatoria para elegir autoridades y Marino vuelve a ser tema, porque es vicepresidente primero de la Cámara, tercer cargo en jerarquía después de Gabriela Michetti.

El radicalismo debe definir si Marino sigue siendo vice del Senado, pero las legisladores del PJ no estarían dispuestos a votarlo y exigen que definan un reemplazante.

Reelegirlo sería de algún modo dejar definitivamente atrás la denuncia de Guebel y si bien son muchos los senadores que descreen de su relato, entienden que no sería un mensaje apropiado en tiempos de reivindicación de la mujer.

Miguel Pichetto, jefe del bloque Argentina Federal (el bloque de los gobernadores) intentó explicárselo a los radicales Luis Naidenoff y Ángel Rozas, pero no consiguió apurarlos. Recién el lunes, el bloque definiría si su candidato a vice primero sigue siendo Marino.

Caso Marino: acoso, espías y Senado

En el PRO no se meten. "Ese cargo de ellos y elegirán qué hacer", repiten sus voceros de la Cámara alta. En el peronismo tampoco tienen intención de arrebatarselo (Omar Perotti reelegirá como vicepresidente, un casillero más arriba) pero tampoco de hacer papelones.

Mucho menos las senadoras de ese bloque y del kirchnerismo que después del descargo de Marino pasaron varias horas pidiendo leyes para prevenir nuevos episodios de acoso sexual. La abanderada fue la pampeana Norma Durango, presidenta de la Banca de la Mujer y compañera de Pichetto.

Nadie la imagina levantando la mano por el pampeano, cuyo futuro es el ostracismo político, pese a que sostiene cargos de peso, como las presidencias de las bicamerales de inteligencia y de la biblioteca del Congreso.

La primera tiene un listado de pedidos para reunirse, presentados por los kirchneristas Rodolfo Taihade y Leopoldo Moreau. Exigen conocer el organigrama de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y las actividades de la Dirección de Escuchas Judiciales (DAJuDeCo). Marino no respondió.