Comercio Exterior

El superávit comercial se desaceleró a USD 372 millones por baja de las exportaciones

Los envíos al exterior cayeron un 4,7%, mientras que las compras lo hicieron un 26,5% producto de la recesión.

Tal como advertían los especialistas, la mejora de la balanza comercial a partir de la gran devaluación del último año no iba a traer un impulso al intercambio con el mundo, sino que era un fenómeno circunstancial que se basaba en el derrumbe de las importaciones por la recesión.

Así, esta interrupción de las compras externas que en enero alcanzó el 26,5%, fue seguida lógicamente por una baja de las exportaciones del 4,7%. En tanto, el valor tranzado en su conjunto arrojó un retroceso del 16,6%, potenciando el típico efecto estacional de comienzos de año.

En consecuencia, si bien la balanza marcó un superávit por cuarto mes consecutivo que llegó a los 372 millones de dólares, esta cifra constituye una merma respecto a los meses anteriores donde había cruzado los 1.300 millones. "Nosotros proyectamos que seguirá arrojando valores positivos, algo mejores que en enero, pero no tanto como en diciembre. Lo que nos preocupa mucho es la muy fuerte caída de las manufacturas de origen industrial, habrá que seguir con mucha atención su evolución a futuro", indicaron desde la consultora ACM que prevé un superávit de USD 6.000 millones para todo el 2019. 

El recorte se produce justamente por el mal desempeño exportador, especialmente en las manufacturas de origen industrial y los combustibles y energía, que cayeron un 24,3% y 27,4%, respectivamente. Los productos más afectados fueron el biodiésel y sus mezclas (-149 millones de dólares); aceites crudos de petróleo (-119 millones de dólares); maíz excluido para siembra (-102 millones de dólares); oro para uso no monetario (-63 millones de dólares); y harina y pellets de la extracción del aceite de soja (-43 millones de dólares).

La devaluación evitó que el 2018 fuera el año con mayor déficit comercial de la historia

En cuanto a las importaciones, los rubros más afectados fueron los vehículos automotores de pasajeros (-57,1%), los bienes capital (-41%) y los accesorios de bienes de capital (-21%), sectores que encienden una luz de alarma al estar vinculados con la dinámica inversora que se vio seriamente golpeada.

Respecto a los productos con mayores disminuciones en términos de divisas, el primer lugar corresponde por una amplia diferencia a los vehículos para transporte automóviles, tractores, velocípedos y demás vehículos terrestres, que registraron importaciones por 550 millones de dólares menos que durante enero del 2018.

Le siguieron los combustibles minerales, aceites minerales y productos de su destilación (-146 millones de dólares); computadoras y teléfonos incluidos sus partes y piezas (-111 millones de dólares).

El intercambio con los principales socios comerciales del país también se vio seriamente afectado, en particular con los Estados Unidos, país con el cual se amplió el déficit a 421 millones de dólares por el derrumbe del 44,3% de las exportaciones y el incremento de las compras en un 8,5%.

Con Brasil, prácticamente se alcanzó un equilibrio comercial (-37 millones) a partir del recorte de 44,7% de las exportaciones y del 8,3% de las ventas externas. China, finalmente, constituyó el único mercado relevante al cual se potenciaron los envíos de productos argentinos (34,5%), contra una sorprendente baja de las compras del 34%.

De cara al futuro, para el gobierno será vital mantener ese flujo positivo de dólares, ya que es uno de los pocos canales de la cuenta corriente donde puede evitar una pérdida de divisas.

Los números del comercio exterior eran una de las mayores debilidades macroeconómicas de la administración Cambiemos, que desde comienzos del 2017 acumuló 20 meses consecutivos de déficit a fuerza de apreciación cambiaria.

Mientras que en dicho año el mismo llegó a un récord histórico de 8.309 millones de dólares, el último año se redujo a 3.820 millones a partir del cimbronazo cambiario que desplomó las compras externas.