La oposición en España volteó el presupuesto y obliga a Sánchez a adelantar las elecciones

La fecha será anunciada este viernes. La derecha y los independentistas bloquearon la ley madre.

Jaqueado por la oposición de derecha y los independentistas catalanes que rechazaron el presupuesto, el presidente de España, Pedro Sánchez, se ve forzado a un adelanto electoral. La fecha será anunciada este viernes.

Así, el gobierno se prepara para la convocatoria electoral después de que el Congreso de los Diputados rechazase hoy, con los votos de Partido Popular (PP), Ciudadanos y los independentistas de Cataluña, el proyecto del presupuesto para este año.

Ayer, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, realizó en el Congreso un último intento para convencer a la oposición para que vote el presupuesto mientras el presidente del gobierno apostaba a exponer la jugada de la oposición en las redes sociales.

Sin acuerdos de gobierno, el presupuesto (la ley más importante en el gobierno español) se cae y si se cae el presupuesto se cae la legislatura. Tras el fracaso legislativo, ahora el proyecto fue devuelto al Ejecutivo. Es la segunda vez en la democracia española que el presupuesto es rechazado a la primera por la Cámara. La anterior ocasión fue en 1995. Aquella derrota abocó a Felipe González a la convocatoria de las elecciones generales del 3 de marzo de 1996, que ganó José María Aznar.

Los medios españoles manejaban hoy dos fechas como posibles días para las elecciones anticipadas: el 28 de abril o el 26 de mayo. En este último caso coincidirían con los comicios municipales, regionales y europeos.

Después de la votación en el Congreso Nacional, el gobierno socialista salió al cruce de la oposición por impedir "los presupuestos más sociales de la historia de España". La ministra de Hacienda afirmó que la derecha del país intenta frenar el progreso, y que la recuperación económica llegue a la familia, en referencia al rechazo que plantearon el PP y Ciudadanos para apoyar el subsidio a los desocupados mayores de 52 años, el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), o las ayudas para el pago del servicio de electricidad, que recogían los Presupuestos Generales.

El fracaso de los presupuestos y el adelanto electoral ocurren al día siguiente de que se abriera ante el Tribunal Supremo, en Madrid, el juicio contra 12 líderes separatistas catalanes por su implicación en el frustrado intento de secesión de 2017.

Un juicio histórico que ha tensado al extremo la relación entre el ejecutivo español y los 17 diputados independentistas catalanes de la cámara baja, los mismos que con sus votos apoyaron en junio al poder a Sánchez en una exitosa moción de censura contra su predecesor conservador Mariano Rajoy.

Dramático pedido del gobierno de Pedro Sánchez para que le voten el presupuesto

El domingo las fuerzas del PP, Ciudadanos y Vox se manifestaron contra Sánchez y le critican su gestión en torno a la crisis secesionista de Cataluña. Esos partidos le reprochan haber aceptado la figura de un "mediador" que le exigieron los separatistas catalanes para discutir su apoyo a los presupuestos. La decisión del presidente fue considerada por los opositores al socialista como un acto de traición a España, ya que con ese gesto -evaluaron- le dio una categoría similar a Cataluña a la de un país independiente.

El propio Sánchez se esforzó en estos ocho meses en dialogar con los separatistas al poder en Cataluña, hasta que el diálogo quedó roto con la exigencia de estos de negociar el derecho de autoderminación, una demanda inadmisible para Madrid.

Varios sondeos vaticinaban que en caso de adelanto podría configurarse una mayoría conservadora en el Parlamento formada por el Partido Popular (PP), Ciudadanos (liberal) y los ultraderechistas de Vox.