Educación

El gobierno porteño dio marcha atrás con el cierre de las escuelas nocturnas

La ministra Acuña debió ceder a la presión y reabrió la inscripción de 14 escuelas.

 El gobierno porteño dio marcha atrás con el cierre de 14 escuelas nocturnas anunciado a fines del año pasado. Desde el Ministerio de Educación que conduce Soledad Acuña volvieron a abrir la inscripción de postulantes de las instituciones para adultos.

Después de movilizaciones en contra del cierre de las comerciales nocturnas, Educación publicó una resolución para anunciar que abriría una mesa de diálogo con los docentes y derogó la resolución 4055 que daba de baja los planes de estudios de 14 instituciones.

La semana pasada el gobierno lanzó una serie de spots donde Acuña y también el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, defendían la medida y aseguraban que en lugar de cerrar escuelas el gobierno había abierto 54 nuevos colegios.

Se trató de una acción inusual del oficialismo que prefiere no enredarse en peleas de este tipo. También resultó extraño que en la propia resolución publicada hoy el gobierno mencionara explícitamente "que las acciones desarrolladas en el marco de la transformación educativa de ningún modo conllevan el cierre de establecimientos educativos".

Por lo general las resoluciones gubernamentales son un terreno ajeno a la chicana política y están reservadas únicamente para cuestiones puramente técnicas. LPO pudo saber que la cuestión de las nocturnas y el traslado de la Escuela de Cerámica impactó en el gobierno y sobre todo en la figura de Acuña.

Para ese entonces Horacio Rodríguez Larreta había sido el centro de acciones de docentes y manifestantes que buscaban volver atrás la medida. Las protestas se dieron en algunas de las reuniones con vecinos que realiza el alcalde capitalino.

La situación fue muy similar a la atravesada por Lareta cuando el ex ministro de Cultura Darío Lopérfido se volvió el blanco de escraches de la comunidad artística por sus controvertidos dichos a cerca del número de desaparecidos durante la última dictadura. En ese entonces el alcalde optó por despedir a su ministro. La diferencia es que la jefa de la cartera educativa tiene es  muy cercana el alcalde capitalino.

Se trata de una de las funcionarias mejor ponderadas por el jefe de Gobierno quien además la imaginaba como una compañera de fórmula para 2019 en caso de que Diego Santilli se bajara de la reelección. Sin embargo el 2018 fue un año de sinsabores para Acuña.

La ministra debió reformular el proyecto de Unicaba después de largas discusiones con los gremios docentes. Acuña dio marcha atrás con los cierres de 29 institutos de formación que convivirán, al menos unos años, con la universidad porteña. Para peor la medida duplicará un gasto en momentos de ajuste.

Además a fines de la semana pasada el juez en lo Contencioso, Administrativo porteño, Guillermo Scheibler, hizo lugar a la medida cautelar que solicitó la suspensión de la Escuela de Cerámica de Almagro, otra de las decisiones que generó una disputa con parte de la comunidad educativa.

Además por segundo año consecutivo no logró cerrar una paritaria con los gremios más representativos de la Ciudad luego de 8 años de negociaciones exitosas del macrismo en la Ciudad. "Luchar tiene sentido. Agradecimiento absoluto a la comunidad educativa verdaderos protagonistas de este logro", señaló el titular de UTE, Eduardo López.