El Central compró otros USD 50 millones, pero el dólar se mantuvo por debajo del piso de la banda
El dólar comenzó la semana operando nuevamente por debajo del límite inferior de la zona de no intervención y el Banco Central decidió convocar a una subasta por tercera jornada consecutiva.
De acuerdo a lo anunciado por la máxima autoridad monetaria, se compraron 50 millones de dólares a un precio promedio de $37,13 que provocaron una emisión monetaria de $1.857 millones de pesos.
De esta manera, Sandleris no sólo decidió mantener la estrategia que fue cuestionada por el mercado sino que la intensificó al incrementar los montos que ya totalizan los 110 millones de la moneda estadounidense.
Sucede que las primeras compras de 20 y 40 millones respectivamente, no tuvieron prácticamente efecto en el tipo de cambio que continuó su sendero bajista, colocándose cada vez más lejos del piso de la banda.
El panorama no se modificó este lunes, ya que luego de la subasta la divisa cerró a $37 en el segmento mayorista y a $38,05 en el promedio minorista, es decir, 45 centavos por debajo de "la zona" delimitada, que se actualiza diariamente a un ritmo del 2% mensual.
El derrumbe de la moneda norteamericana no se trata de un fenómeno local, sino que se observa en la evolución de las principales monedas emergentes que se han fortalecido en lo que va del 2019.
Mientras que en la Argentina el dólar cayó un 2,38%, en México lo hizo un 2,56%, en Chile un 3,31%, en Colombia 3,98% y en Brasil 4,27%, países donde en ningún caso su Banco Central salió a comprar moneda extranjera para sostener su cotización.
Es que el mercado considera que en vez de emitir pesos mediante estas subastas que complican el cumplimiento de las metas monetarias, el Central debería efectuar una baja de tasas mucho más agresiva que reposicione el tipo de cambio por sí mismo.
En la tradicional licitación de Leliq, la tasa promedio de corte volvió a bajar solamente 31 puntos básicos -al mismo ritmo que lo vino haciendo en las últimas ruedas- para ubicarse en 57,80%.
El problema pasa por los inmensos vencimientos que acumula el Central, que tornan muy peligrosa una abrupta baja de tasas. De hecho, en la licitación de esta tarde no se pudieron renovar la totalidad de los compromisos que llegaban a los $193.244 millones y se generó un efecto monetario expansivo de $23.000 millones.