Senado

Marino se defenderá en el Senado por la denuncia de abuso sexual

Hablará en el recinto y anunciará que si "la justicia lo pide" se queda sin fueros. Recién después, las senadoras expondrán sobre violencia de género.

El senador radical Juan Carlos Marino romperá el silencio este miércoles en la sesión del Senado, que comenzará a las 14 con su defensa por la denuncia de acoso sexual presentada el jueves por Claudia Guebel, empleada del Congreso.

Lo acordaron los radicales con la oposición en la reunión de labor parlamentaria y luego del alegato seguirán discursos de senadoras que integran la banca de la mujer y este mediodía se reunieron en secreto, por solo 20 minutos.

Su presidenta es Norma Durango, del PJ de La Pampa, leal a Carlos Verna y rival de Marino, que sigue sin dar la cara pero se comunicó con la secretaría parlamentaria para anunciar sus próximos pasos. Presentará una nota negando haber abusado de Guebel en su despacho y anticipará que si la justicia pide su desafuero, él mismo lo votará.

Es sólo "un gesto", como le pidieron, pero en los hechos significa poco y nada, porque la inmunidad de los legisladores se limita al arresto. Tampoco piensa pedir licencia y ceder las presidencias de la bicameral de inteligencia y de la biblioteca del Congreso, dos de las presupuestos más altos del parlamento. 

Algunos radicales imaginaban que tal vez Marino acepte mostrar sus chats donde, según la denunciante, reincidía una y otra vez en el acoso.  Sus compañeras lo reencontrarán temprano, cuando se realice la reunión de bloque prevista inicialmente para este martes.

Varias firmaron, recién después del mediodía, el documento que las diputadas de la UCR redactaron para repudiar la violencia machista. Esperaron a leerlo al detalle y pidieron sin éxito menciones a la importancia de "la familia". Pronto entendieron que no era un debate oportuno. 

El documento anuncia la creación de un protocolo para denunciar casos de abuso y apura la ley de educación sexual "integral" desde la niñez, con dictamen en Diputados. Repasa ejemplos en otros países, donde si una mujer sufre estas situaciones puede denunciarlo sin que su entorno lo sepa y el victimario es castigado tras una minuciosa investigación.

Temprano, Marino le aseguró a sus colegas que aún no había sido notificado, pero a las horas se supo que el fiscal federal Federico Delgado lo imputó junto a su jefe de despacho Pedro Fiorda, ambos mencionados en la denuncia de Guebel. Y solicitó al juez federal Ariel Lijo una serie de medidas de prueba para averiguar si cometió un delito. Le espera una investigación difícil.