Deuda

Moody's pone la deuda provincial en perspectiva negativa por "severa recesión"

La agencia calificadora prevé que la economía se contraiga 1,5% en 2019 y caiga la recaudación impositiva, lo que afecta la capacidad de repago de la deuda.

La agencia calificadora de deuda Moody's publicó un informe este miércoles en el que establece que su perspectiva para las deudas de once provincias y la Ciudad de Buenos Aires es negativa. Entre los factores que impulsan la perspectiva negativa se destacan la recesión, la posible caída de la recaudación, que las campañas electorales impulsen el gasto de los distritos por encima de sus posibilidades y los riesgos mayores de refinanciamiento.

Para 2019, Moody's asigna una perspectiva negativa al sector de gobiernos regionales en su conjunto. Pero "la perspectiva de calificación de cada una de las provincias evaluadas por Moody's sigue siendo estable por el momento", aclararon desde la agencia.

De acuerdo a la calificadora, en 2018 la economía argentina probablemente termine con una caída del 2,5% y que en 2019 esta "severa recesión" se profundice un 1,5% adicional. En consecuencia, "Las transferencias federales automáticas se reducirán porque están basadas en un régimen de reparto de impuestos mayormente asociados con la actividad económica y las provincias también experimentarán una reducción de ingresos propios a medida que su propia base económica se contraiga", evaluó Moody's.

A su vez, la calificadora estima que "Para dar apoyo a los esfuerzos de consolidación fiscal, el Gobierno federal reducirá las transferencias discrecionales a las provincias y les transferirá responsabilidades presupuestarias". De acuerdo a la Ley de Presupuesto, la Nación recortará las transferencias discrecionales para gastos corrientes del 0,7% del PBI en 2018 al 0,4% el año próximo, aunque las transferencias discrecionales para gastos de capital no registrarán cambios en 2019.

Los distritos más afectados por la reducción del gasto, destaca Moody's, son los territorios de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal ya que asumirán la responsabilidad de subsidios a familias de bajos recursos para servicios de agua y saneamiento, así como también de subsidios al transporte público y la energía. Este impacto, sin embargo, se ve compensado parcialmente por el hecho de que tanto la Provincia de Buenos Aires como la Ciudad "reciben el mayor nivel de subsidios en comparación a otros gobiernos locales y regionales argentinos".

Así, además de menores ingresos, las provincias en 2019 deberán hacer frente a mayores erogaciones y además se verán presionadas por el aumento del gasto corriente y del gasto de capital por tratarse de un año electoral: "La mayoría de las provincias llevarán a cabo elecciones a gobernador en 2019, lo que intensificará la presión para aumentar sus gastos corrientes y gastos de capital", aseguró Moody's en el reporte.

"Es probable que el cumplimiento con la ley de responsabilidad fiscal ayude a mitigar los riesgos asociados con las elecciones, ya que existen ciertos límites para los gastos y el gasto corriente no puede incrementarse durante los últimos dos trimestres del mandato de un gobierno en funciones. Sin embargo, la ley de responsabilidad fiscal ya está siendo modificada para incorporar normas más flexibles vinculadas al gasto corriente, lo que disminuye su efectividad para limitar el gasto", sopesó.

Como para fines de 2019, Moody's espera que el dólar llegue a los $47 y las deudas provinciales están fuertemente nominadas en dólares, se espera que los intereses de deuda eleven su participación en los presupuestos provinciales, lo cual va en detrimento de los parámetros de calificación de la deuda: "Las provincias seguirán registrando elevados costos de financiación, indicadores de deuda más débiles y mayores riesgos de refinanciamiento debido a tasas de interés más altas y exposición a deuda en moneda extranjera", señaló el informe.

Finalmente, la calificadora señaló que para que la deuda provincial en su conjunto pase a tener una perspectiva estable es necesario una "menor exposición a la volatilidad del tipo de cambio mediante la reorientación del perfil de deuda", una disciplina fiscal "estricta y sostenida" y una recuperación económica más rápida que la prevista que impulse un mayor crecimiento de las transferencias automáticas y los ingresos propios "aunque es poco probable en el corto plazo", consideró Moody's.