Tierra del Fuego

Aparece una cuarta denuncia al intendente de Río Grande por acoso sexual

La presentó Walter Benítez y relató cómo Melella quiso abusarlo para darle trabajo. Una demanda colectiva podría complicar las finanzas del municipio.

"Si venís bañadito, mejor", le recomendó el intendente de Río Grande Gustavo Melella al constructor Walter Benítez, en un diálogo por whatapp, con varios errores de tipeo, convertido en la cuarta denuncia por abuso sexual contra el alcalde fueguino.

Como el resto de las víctimas, Benítez, de 46 años, estaba desempleado y una amiga de la iglesia envió su foto y su número de teléfono al alcalde, que no tardó en citarlo a su domicilio.

"¿Te asusté?", le escribió, después de proponer ducha previa, según las capturas de las conversaciones del último 14 de julio, a las que accedió LPO. En Tribunales, Benítez contó que lo peor fue cuando llegó a su domicilio. "Me recibió sólo me dio un abrazo y me invitó a sentarme en una mesa del living".

Melella le ofreció ingresar a Obras Sanitarias, inscribirse como monotributista, facturar en obas públicas, pero pronto empezó a hablar de su sexualidad.

Algunos damnificados estudian presentar una demanda colectiva contra el municipio, que podría complicar sus finanzas. 

"Yo retomé el tema de trabajo cuando se acercó a mi silla y me quiso tomar de las manos. Me puso la mano en la entrepierna sobre el pene. En ese momento me levanté, le dije que no me gustaban los hombres y me dispuse a retirarme", relató el constructor. Melella no volvió a llamarlo ni aceptó su curriculum.

El intendente comenzó con sus problemas judiciales el 30 de agosto, a partir de una denuncia realizada por el abogado Francisco Giménez a dos empresas, "Patagonia constructora" y "Marino Luis Vaquera".

Denunció supuestas facturaciones por obras que nunca realizaron, pero pronto surgió que esos trabajos fueron realizados por Damián Rivas, Alfredo Suasnabar y Mario Lovera, quienes habrían recibido pedidos de favores sexuales para ser contratados y para cobrar.

Se abrió así un complejo frente judicial, tal es así que algunos abogados estudian realizar una demanda colectiva contra el municipio que podría complicar las finanzas locales. Una de las apuntadas es Ayelen Barboza, contadora del municipio.

Tuvo a cargo de las facturaciones que fueron denunciadas como apócrifas y habría sido la encargada de ubicar a los obreros por encargo del intendente, según se desprende de audios que se filtraron. Pronto deberá explicarlo en Tribunales.