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Los empresarios enojados con Gobierno por los decretos que negoció con la CGT

Además del bono de $5.000 pesos, se pactó un freno a los despidos que en el mercado catalogaron como "decretos kirchneristas".

El sector privado está furioso ante las medidas que el Gobierno negoció con la CGT para poder evitar el paro que había sido convocado para este mes. Al famoso bono de $5.000 se le sumará un nuevo decreto que frenará los despidos, lo que despertó la resistencia de las cámaras empresarias que denuncian que "son ellos los que están pagando los costos del ajuste".

En el mercado la iniciativa generó mucho ruido y ya se habla de "decretos kirchneristas". "Devolveme un cuarto del mercado interno que tenía y no despido más gente", confiesa un empresario pyme a LPO.

"¿Quién hubiera dicho hace 3 años que veríamos a Cambiemos legislando contra los trabajadores de Uber o emitiendo un decreto para obligar a las empresas privadas a dar un bono a los empleados?", se preguntó el analista financiero Christian Buteler. 

"Esto está muy lejos de lo que el gobierno de Macri apuntaba ser, son más medidas vinculadas a la gestión anterior. El trabajo no se cuida de esa manera. Es más, muchas firmas pueden acelerar los despidos ahora que se conoce la noticia para anticiparse al decreto", agregó a este medio. 

Sica dijo que el bono es obligatorio, pero la UIA contestó que sólo el 60% no puede pagarlo

La propuesta que acercaron los líderes sindicales consiste en activar una mesa de diálogo de manera obligatoria, que ante cada intención de despido -que debería avisarse con 10 días de anticipación- analice diferentes alternativas y así, se convierta en una traba burocrática que en los hechos frene las desvinculaciones.

"No se puede tapar el sol con la mano. Lo que la realidad no te da, la normativa no lo suple. Las pymes están cerrando porque no hay una política de desarrollo, se está aplicando un modelo financiero y no se está trabajando en lo productivo", aseguró a este medio el dirigente de la UIA, José Urtubey.

La principal cámara empresaria del país confirmó a LPO que aún no se ha llegado a un acuerdo con los funcionarios ni por este tema ni por el pago del bono, pero que volverán a reunirse analizando sector por sector y evaluando diferentes alternativas.

La primera de ellas plantea que el bono sea tomado en cuenta de futuros aumentos, cosa que desató la negativa absoluta de la CGT y por lo tanto no tiene muchas posibilidades de prosperar. Mientras tanto, una segunda opción radica en descontar el monto de $5.000 del pago de impuestos como cargas sociales o IVA, lo que no es muy bien visto por las autoridades debido a las estrictas metas fiscales que se fijaron en el acuerdo con el FMI.

"Si el Estado quiere ayudar a las pymes, que nos permita descontar este importe de los impuestos porque así no lo podemos pagar de ninguna manera. Hoy apenas llegamos a cubrir los sueldos y aguinaldos y muchas veces los tenemos que pagar en cuotas. Es casi una burla que te obliguen a pagar eso y que el sector público quede exento", enfatiza Ariel Aguilar, presidente de la Cámara Industrial de Manufacturas de Cuero y Afines (CIMA).

El reclamo de los dirigentes empresarios radica en que en un contexto recesivo como el actual, donde no hay posibilidad de financiarse por las insólitas tasas de interés, el Estado incremente la presión impositiva y encima vuelva a aumentar sus costos con estos dos decretos.

"Está más que claro que esta crisis la está bancando el sector privado, tanto empresarios como trabajadores. La realidad indica que las empresas están sufriendo recesión, aumentos en todos sus costos, caída de sus ventas y nuevos impuestos. Y ahora que viene fin de año, cuando tienen que pagar aguinaldos y vacaciones, les imponen un bono adicional", manifestó Buteler.