Senado

La pelea entre Pichetto y Mayans dejó al peronismo al borde de la ruptura

El formoseño recibe a díscolos en su despacho. Hablan de un interbloque para 2019 con el de Cristina, pampeanos, tucumanos y puntanos, entre otros. La sesión del 14 será la prueba de fuego.

La discusión, a los gritos y silla de por medio, entre Miguel Pichetto y el formoseño José Mayans, confirmó la fractura en el bloque justicialista que podría materializarse con una división y un interbloque en 2019 entre los rebeldes, Cristina Kirchner y algunas fuerzas provinciales.

Fue lo que conversó Mayans con varios de sus pares que lo visitaron en su despacho, poco antes de ir a la Comisión de Presupuesto a desautorizar a Pichetto por haberse reunido con Rogelio Frigerio a negociar la hoja de ruta del presupuesto en el Senado.

El formoseño asegura que el plan original del bloque y los gobernadores era rechazar el DNU que anuló el Fondo Federal Sojero, una caja de 100 mil millones para distribuir en las provincias, en la misma sesión convocada para sancionar el presupuesto, que nadie pensó en bloquear.

El fondo sojero y la renovación del Consejo de la Magistratura mostrará las fisuras en el justicialismo y la dinámica del kirchnerismo y los partidos provinciales. 

Se lo iban a comunicar a Pichetto cuando se juntaron en la Casa de Tucumán mientras se trataba la ley de leyes en Diputados, pero nunca les atendió el teléfono.

Cuando lo visitaron en su despacho el martes siguiente ya se había pasado días anunciando que el presupuesto sería ley en tiempo récord y sin nada a cambio. Se lo reprocharon en duros términos.

Los únicos gobernadores que no se sumaron a la ola rebelde fueron Juan Manuel Urtubey (Salta), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Schiaretti (Córdoba) y Sergio Uñac (San Juan), este último siempre equidistante.

Mayans es la mano derecha de Gildo Insfrán, gobernador de Formosa, enfrentado al Gobierno y cercano a Cristina. Fue quien  la convenció de aceptar los allanamientos a sus propiedades en agosto, tras dos intentos fallidos de Cambiemos, sus aliados y sólo 7 de los 24 senadores conducidos por Pichetto.

Aquel debate abrió heridas entre los justicialistas que nunca cerraron y un diálogo de los soldados de Cristina con varios de sus ex compañeros que en los últimos días se aceleró, con objetivos comunes en lo inmediato.

Uno es aprobar la restitución del fondo sojero, que sólo podrá volver si también levantan la mano los diputados, pero si se diera el primer paso el Gobierno quedaría bajo amenaza permanente.  

Para evitar esa situación, Pinedo planea llamar a una sesión especial sólo con el presupuesto y las leyes económicas y los rebeldes sólo podrían contrarrestarlo si convocan a otra, el mismo día y distinto horario. Será un debate de este miércoles. 

Su otro plan es reunir una mayoría que garantice dos lugares en el Consejo de la Magistratura, un pleito que también se reproduce en la Cámara vecina.

A los formoseños los seguirían los pampeanos Norma Durango y Daniel Lovera y los tucumanos Beatriz Mirkin y José Alperovich. Tampoco escucha más a Pichetto la catamarqueña Inés Blas, cercana a la gobernadora Lucia Corpacci; y el chubutense Mario País viene endureciendo su discurso contra el Gobierno y sabe que  no volverá an promoverlo para la Magistratura. 

Los fueguinos José Ojeda y Julio Catalán Magni fueron leales al rionegrino hasta que les pidió habilitar los allanamientos a Cristina y dejaron sus bancas vacías. Su gobernadora, Rosana Bertone, que este lunes estuvo con el jefe de bloque en su despacho y Frigerio de testigo, dijo en una entrevista con LPO que al igual que muchos de sus colegas no quiere dos frentes peronistas que dividan a la oposición.

Sólo así puede consolidar su alianza con La Cámpora de su provincia y cualquier movimiento en el Congreso será, en definitiva, un mensaje al largo año electoral que se avecina. 

El Senado dio dictamen al Presupuesto, pero sigue la pelea por el fondo sojero 

Leales a Pichetto se sostienen el cordobés Carlos Caserio, el salteño Rodolfo Urtubey, el catamarqueño Dalmacio Mera, el correntino Carlos Espínola (aunque hay quienes lo ponen en duda), el chaqueño Eduardo Aguilar; y suelen acompañarlo los entrerrianos Pedro Guastavino y Sigrid Kunath. 

Omar Perotti, Alfredo Luenzo y Guillermo Snopek eran de ir a sus mini cumbres, pero ya no le rinden pleitesía. Y los sanjauninos José Uñac y Cristina Valverde, como su jefe, no hablan de Cristina pero no avalaron sus allanamientos y levantan el discurso de la unidad peronista.

El otro botín en juego son los bloques provinciales y Cristina ya coordina su agenda con los dos puntanos, Adolfo Rodríguez Saá y María Eugenia Catalfamo. El Frente Cívico de Santiago del Estero tiene  2 senadores y un aliado fijo y Pichetto y Mayans se los disputan en el poroteo que iniciaron para quedarse con dos sillones de la Magistratura, pelea que servirá para escanear el posible hemiciclo del Senado en 2019. Un año en que nada puede ser igual.