Cambiemos

Interna precoz

El liderazgo de Macri enfrenta el asedio de Vidal, Larreta y los radicales. Pero el agua está fría.

Este fin de semana la gobernadora Maria Eugenia Vidal le informo al presidente Macri, a travésde coincidentes trascendidos en los diarios, que hasta acá llego el amor. Se la puede acusar dedemora, no de traición. Vidal paso de ser la niña mimada de Macri, a víctima propiciatoria adesangrar en la pirámide azteca del ajuste acordado con el FMI. 

A principios de este año el ministro Nicolas Dujovne le impidió cerrar la paritaria docente apenaspor arriba del 20 por ciento más cláusula gatillo. "Es 15 por ciento sin gatillo", fue la ordenfulminante que recibió Federico Salvai, mano derecha de la gobernadora. Luego vino la primeradevaluación y el 25 por ciento que pedía Baradel casi sonaba tímido. Pero la inflexibilidad del ministro continuó. Después voló todo por el aire y Vidal terminará el 2018 con mas de un mes de paro yprobablemente la paritaria sin cerrar. Con este antecedente, nadie sabe en su gobierno como encarar esa negociación crucial en el 2019.

"Yo no manejo la macroeconomía", mastica Vidal. Aunque bien mirado el error no fue laindicación de Dujovne, sino su mansedumbre para aceptarla. Es una líder electa, no unafuncionaria del Presidente. Lo que había decidido -un acuerdo realista con los docentes- eraprudente y hubiera ahorrado a los chicos de la provincia un año caótico. Para que se entienda, loque hizo crisis en Vidal es el modelo de mejor alumna. Las leonas son cualquier cosa, menosbuenas alumnas. 

Vidal se dio cuenta que pasó de niña minada de Macri a gobernadora del distrito que deberá cargar con el grueso del ajuste. En esa decepción se mezcla lo electoral: Un sector muy preciso del establishment la quiere de candidata a presidente.

Macri, con el soporte tecnológico de Marcos Peña, sabe administrar esa pulsión por agradar aljefe aún por encima de los propios intereses, típica de la cultura corporativa. La escenificaciónde aquellas dos fotos en Cumelén -con Vidal en el living arropada en sonrisas cálidas, con Larretaen la mesa recibiendo rigor de auditoria- fue un ejemplo de los buenos tiempos de esedispositivo, cuando la Jefatura de Gabinete canalizaba los favores y enojos del rey. 

Entraron por el aro y ahora se dan cuenta que la política es algo mas que hacer lo que quiereMauricio. Larreta, cerebral, siempre lo supo y por eso recibió frío. Su parábola no es la decolegiala ejemplar que se vuelve estrella del Punk Rock y toma por asalto la dirección delcolegio. Larreta es el tercer cerdito de la fábula del que todos se burlan, mientras construye una casa deladrillo. Día a día se ubica en el lugar de lo sólido, el resguardo y el futuro. "El problema es queno pasa la pantalla y ese no es un problema menor para un candidato presidencial", reflexionan cerca deVidal. 

La docilidad de la gobernadora llegó hasta ese extravagante fin de semana -incluso para estándares argentinos- en el que Macri amenazó con cambiar todo el gabinete para no cambiar nada. "Necesitamos un ministro de Economía con más volumen", le dijo Vidal al Presidente. Pero seamos justos: Dujovne es Marcos Peña que es Macri. Hacerse el distraído es un recurso válido cuando se hace política, pero no modifica la naturaleza real de las peleas de poder. Bien administrado, logra postergar pulseadas que se saben definitorias. Acaso estemos en presencia de una tensión de esas características. 

Una tensión a la que se subió alborozada Lilita Carrió, experta en transitar los reacomodamientos que tantea el poder real. "Cuiden a María Eugenia Vidal", pidió la diputada desde la mesa de Mirtha Legrand. Hábil, agregó una frase que transparenta la discusión que cruza el futuro de la gobernadora: "Es lo mejor que le pudo pasar a la Argentina y a la Provincia de Buenos Aires". 

Vidal es una amenaza y una oportunidad para Macri. Puede ser la figura para que Cambiemos recree expectativas agotadas. Puede jubilarlo y al mismo tiempo darle el salvoconducto histórico de presidente sacrificado en la transición, de salida del populismo. Y a volver a disfrutar la vida. No es poco.Macri debería pensarlo. La mejor manera de superar una revancha es no necesitarla. 

Cristina ya empata a Macri y crece el pesimismo sobre el futuro

Pero no es lo que se ve. Macri dejó correr la denuncia por aportes ilegales contra Vidal e impuso a la provincia el grueso del ajuste, como anticipó LPO.

Vidal es la candidata de un sector muy preciso del establishment -con o sin su consentimiento- para enfrentar a una Cristinaque aupada en los pésimos indicadores económicos y sociales de Cambiemos, aparece comoopción electoral real. Una Cristina que les provoca pánico. Vidal mide. Larreta es respetado. ¿Y si seponen de acuerdo?.

Los radicales, como siempre, allá van con su plan de socio minoritario. Ahora encontraron enLousteau un piso -imaginan- de diez puntos país. 

Pero el agua está fría. Caminan sobre un papel transparente que todavía no terminó de copiarla profundidad de la crisis. En el gobierno reconocen que en los próximos seis meses -otra vez elmantra del semestre- vendrá lo mas duro, como quien comenta el pronostico. "Yo soyresponsable del timón, no de las tormentas", se justificaba un ex presidente de Mexico. Hasta eneso no ha sido original la maquinaria de la Casa Rosada, que paso de la arrogancia obamista, auna zona gris entre la autocrítica y el deseo mal disimulado de revancha. 

"Todos quieren todo, pero el agua esta fria", explico a LPO una de las mentes más brillantes deCambiemos, luego de salir del supermercado. El lugar donde los trolls se estrellan contra lagóndola. Donde la cercanía se vuelve radiactiva.