Arabia Saudita

La desaparición de un periodista árabe complica la relación de Trump con el reino

En Turquía señalan al Gobierno saudí por el homicidio y desmembramiento de un columnista del Washington Post.

 El 2 de octubre pasado el periodista y columnista del Washington Post Jamal Khashoggi entró al consulado de Arabia Saudita en Estambul para recoger un documento legal de su país de origen. No volvió a salir. Diez horas después de su ingreso, su prometida, quien lo esperaba afuera, notificó a las autoridades. En EEUU la respuesta ha sido contundente. Medios y políticos de ambos partidos han demandado respuestas de la familia real saudí, sin embargo, la desaparición y presunto homicidio del periodista han recibido una respuesta tibia por parte de Donald Trump.

"Esto ocurrió en Turquía, y no es un ciudadano, según entiendo", digo el mandatario ayer. "Una cosa así no debería ocurrir", agregó. Más adelante insistió en que Khashoggi no era un ciudadano de los EEUU.

De acuerdo con fuentes del Gobierno turco, Khashoggi fue torturado y asesinado por un grupo de 15 agentes saudíes que habrían arribado a Estambul con ese propósito. El periodista era una de las voces más prominentes e incómodas para el régimen del rey Salman y su hijo, el príncipe heredero Mohamed bin Salman, quien se rumora ejerce el poder detrás del trono de su padre.

A diferencia del Gobierno Federal, congresistas y la iniciativa privada respondió con fuerza al llamado del Washington Post y otros medios. Más de una veintena de senadores de ambos partidos firmaron una carta para lanzar una investigación del Congreso, y ya se habla de ordenar sanciones contra el reino.

Jamal Khashoggi, columnista y periodista saudí

El senador republicano Rand Paul exigió al Gobierno de Trump que suspenda de inmediato "la venta de armas y apoyo militar a Arabia Saudita". El año pasado la administración firmó un acuerdo armamentista con valor de más de $100 mil millones de dólares con la nación árabe. Trump dijo que no estaba dispuesto a cancelar la venta.

Empresas como el New York Times, AT&T, CNN, Comcast, Fox, Uber, y muchas otras anunciaron que no participarían en la esperada cumbre financiera que se llevará a cabo este año en el reino. Diversos CEOs de alto nivel cancelaron sus conferencias y retiraron su apoyo al evento, entre ellos el presidente de la poderosa firma financiera BlackRock y el diseñador rockstar de Apple Jony Ive.

El secretario del Tesoro Steven Mnuchin confirmó que sí asistirá a la cumbre financiera.

El Gobierno de Erdogan asegura que el periodista fue asesinado y desmembrado. Informaron también que cuentan con evidencia en audio de los hechos, y dicen que los restos de Khashoggi fueron después trasladados a la residencia oficial del cónsul.

Arabia Saudita ya negó las acusaciones y aseguró que el periodista salió con vida del consulado, aunque no mostraron evidencia de esto.

MbS, como es conocido el príncipe heredero, es considerado un reformador de su nación quien ha estado detrás de iniciativas progresistas como la de brindar mayores libertades y derechos a las mujeres, quienes desde hace siglos viven bajo un régimen estricto e impositivo.

Sin embargo, las acciones de MbS en los últimos meses han confirmado que los deseos de reforma no son tan prioritarios como parecía. El año pasado el príncipe heredero ordenó la detención del primer ministro de Líbano Saad Hariri, quien fue forzado a renunciar, aunque los saudíes fracasaron en instaurar un Gobierno libanés a modo. También ha sido muy criticado por la detención de cientos de activistas feministas, clérigos y otros que han luchado por las libertades individuales en el reino. Por último está el bloqueó comercial que emprendió contra su vecino Qatar y que hasta ahora tampoco ha rendido los frutos esperados.

Jared Kushner, yerno de Trump, ha sido la punta de lanza de la administración con MbS y es quien tiene la relación más cercana con el príncipe. La presión sobre Trump y la administración va en aumento, sin embargo, no hay muestras de que el presidente esté dispuesto todavía a poner en riesgo la relación con el país que consideran un aliado estratégico en la región. Quizás el más importante después de Israel.