Transporte

Nueva York y España impulsan medidas anti Uber para mejorar la seguridad y el tránsito

Mientras la empresa no logra hacer pie en Buenos Aires Estados Unidos y Europa endurecen su régimen de licencias.

El prodigioso despliegue de Uber parece haber llegado a su fin en Estados Unidos y Europa, donde algunos gobiernos comienzan a limitar la expansión del servicio. Cuestionamientos a las condiciones laborales y salariales y hasta de planificación de tránsito llevaron a limitaciones a la cantidad de licencias en los últimos meses.

Mientras el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta continúa su batalla contra Uber, el resto del mundo parece avanzar en esa dirección. Solamente Brasil adoptó leyes benignas hacia la compañía norteamericana: los países europeos endurecen cada vez más su posición.

Semanas atrás Nueva York decidió que congelaría la emisión de licencias para "autos de alquiler con chofer" por un año. La ciudad tiene casi 100 mil vehículos de Uber que recorren sus calles, aunque como señaló un portavoz de la alcaldía local "es una industria que opera sin control".

En una de las metrópolis más congestionadas del mundo seguir agregando automóviles al mercado no parece la mejor idea. Por eso ni Uber ni Lyft podrán sumar automóviles en los próximos meses hasta que la ciudad termine de estudiar el fenómeno de los autos privados que funcionan por aplicación.

Además las empresas deberán cubrir el salario mínimo neoyorquino para los choferes, que es de 13 dólares por hora.

Protesta de choferes de Uber contra la regulación de la ciudad de Nueva York.

El gobierno español se encuentra en pleno proceso para darle un marco legal al funcionamiento de los VTC (Alquiler de vehículos con conductor), el sector donde se encuadra Uber.

El PSOE impulsado por Podemos intenta frenar la cantidad de licencias para los VTC y el gobierno de Pedro Sánchez quiere transferir a las administraciones locales la implementación de los cupos.

Las comunidades autónomas, más allá de su posición frente a la medida, se niegan a asumir la responsabilidad y hoy parece difícil que el gobierno de Sánchez consiga los votos para aplicar el decreto.

Lo que intenta Sánchez y que fue una exigencia de los gremios de taxis es que exista una proporción de 30 a 1 entre licencias de taxis contra VTC. El problema es que ninguna comunidad de atreve a tomar a cargo los posibles juicios que puedan emprender los propietarios de licencias de VTC.

Buenos Aires y México

En Buenos Aires hay un problema adicional. Como el gobierno capitalino logró bloquear los pagos con tarjeta de crédito, el 90% de los viajes se abonan en efectivo, una cuestión que agrava los problemas fiscales entre la empresa y el estado porteño.

En este aspecto quedó rezagado frente a la Ciudad: Larreta impulsó un plan que permite pagar los viajes con tarjeta de crédito. Conductores y los pasajeros prefierirían no manejarse con efectivo para evitar casos de robo, como el que ocurrió días atrás cuando un policía que hacía horas extras como chofer de Uber mató a un ladrón que intentó quedarse con la recaudación y un celular. Además los choferes prefieren no denunciar los casos de robo al tratarse de una actividad no avalada por la Ciudad.

En países como México la seguridad de las pasajeros es una gigantesca marcha. En un año acumulan 457 denuncias por delitos que van desde robo a violación. En agosto pasado la Argentina registró la primer denuncia por un crimen de este tipo.