Brasil

El costo de la negativa de Lula a acordar con el centrista Ciro se proyecta sobre Cristina

En el PJ equiparan el "vamos por todo" del líder del PT con la situación argentina.

Horas antes de las elecciones del domingo, en el PT reconocen que Lula se equivocó al no acordar con el centrista Ciro Gomes, que marcha tercero en las encuestas que encabeza Jair Bolsonaro, pero con una alta intención de voto del 15 por ciento, prácticamente sin estructura partidaria ni apoyos económicos importantes.

Nacido en el municipio paulista de Pindamonhangaba, Ciro fue ministro de Integración Nacional de Lula y Dilma durante 13 años, pero nunca perteneció al PT. Tras un paso como ministro de Fernando Henrique Cardoso, del PSDB, en los noventa, Ciro salió tercero en las elecciones presidenciales de 1998. Al ballotage entraron Cardoso y Lula y en ese momento Ciro, a través de su Partido Popular Socialista, apoyó al PT.

Acaso su condición de aliado y no petista puro llevó a Lula a no elegirlo como candidato, cuando no pocos en los sectores más racionales del PT creían que era el candidato ideal para ofrecer una propuesta moderada que sumara votos del centro. Lula apostó a todo o nada al control total del candidato y eligió al más débil Fernando Haddad y la jugada no fue gratis. 

De acuerdo a las últimas encuestas, Ciro sacaría más de 10 puntos este domingo, una suma clave para el ballotage que se daría entre Haddad y Bolsonaro. Y en el PT no pueden asegurar que todos esos votos vayan a Haddad en la segunda vuelta. Parte de los votantes de Ciro le tienen pánico a Bolsonaro y si bien están descontentos con el PT luego del Lava Jato, no quieren que gane el militar. A otra porción, sin embargo, le pesa más el anti petismo que el miedo a Bolsonaro. Y no ayudan a la migración unánime las constantes críticas que lanza Ciro contra el PT para cooptar a sus electores.

Lula filmó un video desde la cárcel para levantar la campaña de Haddad 

En el PT admiten que este riesgo podría haberse evitado. Meses atrás, cuando Lula sabía que iba a terminar preso, en el PT comenzaron a debatir la estrategia para su reemplazo. Algunos dirigentes le sugirieron que se inclinara por Ciro. Lula dijo que no y prefirió a Haddad. Más adelante se supo por qué: Lula es la figura de la campaña y Haddad es un mero apéndice. Para colmo Haddad sabe que no fue la primera opción de su jefe político: Lula le ofreció la candidatura a Jaques Wagner, ex gobernador del estado de Bahía, donde ahora el PT salió a buscar votos de urgencia. Wagner no aceptó.

Haddad evita hablar de la corrupción del PT y eso se lo remarcó la candidata Marina Silva en el debate del jueves en la red Globo. Ciro hace una autocrítica y por eso su ex jefe no lo quiere.

En Brasil aseguran que esto puede tener un costo altísimo para Haddad, si es que gana las elecciones. Si queda como un títere, no se despega de Lula y en especial de algunos sectores radicalizados del PT, no podrá conseguir acordar con otros partidos, lo que es indispensable para la gobernabilidad: puede correr la misma suerte que la destituida Dilma si no logra consensuar con esos partidos en el Congreso. La elección de Manuela D'Avila, del partido comunista, como su vicepresidenta, no ayudará para enamorar al centro.

El candidato del PT, Fernando Haddad.

Un importante cuadro del PT conversó sobre esto la última semana con dirigentes del peronismo. En el peronismo decodificaron que Lula se inclinó por el "vamos por todo" con Haddad en vez de aceptar la candidatura de Ciro, que es un hombre de centro y tiene un perfil de mayor amplitud.

No tardaron en el peronismo en hacer el paralelismo con el caso de Cristina Kirchner. Amenazada con la cárcel ante el avance del Lava Jato criollo que es el caso de los cuadernos, la ex presidenta parece lejos de dejar paso a un candidato peronista de centro. Como podrían ser -entre otros- Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey, que a semejanza de Ciro Gomes con el PT, fueron parte del kirchnerismo durante una década y luego tomaron distancia. 

Aunque los rencores del kirchnerismo con Massa se fueron aplacando durante el macrismo, en el peronismo ven muy lejana la posibilidad de que Cristina no siga el camino de Lula y proyecte su propia candidatura. En el caso del ex presidente, terminó en la cárcel y entonces imposibilitado de dar la pelea electoral eligió al dócil Haddad.