Banco Central

La tasa de Leliq subió a 73% y advierten una nueva "bola de nieve" de deuda del Central

Con tasas de interés récord y el dólar en el alza, economistas plantean dudas sobre la sustentabilidad de la estrategia de Sandleris.

El régimen monetario del flamante presidente del Banco Central, Guido Sandleris, despierta dudas sobre su sostenibilidad en el tiempo en dos frentes. Primero, crecen las advertencias porque las tasas de interés pasivas arriba del 80% generan un stress financiero que condena a las Pymes pese a los esfuerzos puntuales de la banca pública por darles un poco de aire. Y en segundo lugar, los economistas advierten que si con las Lebacs se había armado una "bola de nieve" que devino en "bomba de tiempo", con las nuevas Letras de Liquidez (Leliqs) del Banco Central se está haciendo lo mismo y a mayor velocidad.

Así lo señaló este jueves el economista Carlos Melconian en su exposición una conferencia organizada por la aseguradora Insur y la Cámara de Comercio Exterior de la provincia de Córdoba al asegurar que el reemplazo del monstruo de la "bola de Lebacs" -y su amenaza mensual para la estabilidad del tipo de cambio- por las nuevas Leliqs implica que "se está criado de a poquito al primo hermano del monstruo".

Es que como explicó el economista y profesor de la USAL, Héctor Rubini, a Concepto FM: "El instrumento de control monetario es el mismo que el del plan abandonado: subir encajes y subir la tasa de interés", lo que en su opinión es un riesgo por el ritmo al que vienen elevándose los intereses de deuda que debe pagar y aspirar semana a semana el Banco Central. "Una vez más, veo más objetivos que instrumentos", aseguró.

El diálogo con LPO, Rubini precisó que: "El Banco Central opta por las Leliqs para que detener la demanda de dólares y cumplir con el compromiso de desarme de las Lebacs; pero si no pagan una tasa cada vez más alta, se arriesgan a que se les caiga la demanda de las Lecaps y las Letes a colocar en lugar de las Lebacs que van desarmando. Y además entre agosto y septiembre emitieron en exceso y para absorber esos pesos ahora necesitan colocar deuda en los bancos y no lo han hecho. Por lo tanto, la ?bomba de tiempo' de nuevas compras de dólares sigue sin desactivarse".

"Personalmente creo que yo hubiese frenado el desarme de Lebacs, con suba de encajes y una operación de pago de Letras intransferibles que le dé al Banco Central la posibilidad de hacer operaciones de mercado abierto. Ellos optaron por esto que puede llevar a una estampida de tasas de interés de final incierto. Me parece que por querer controlar la oferta de dinero, pierden el control de la demanda con el riesgo de verse forzados a vender los dólares del FMI en el mercado de cambio, lo cual no es una señal de fortaleza. Sin más medidas de ajuste de ajuste fiscal, esto solo cierra con una fuerte destrucción de la economía real", concluyó.

Similar fue la conclusión de Melconian cuando aseguró que se viene "una recesión muy dura" si el Banco Central realmente va a una política de emisión cero que haga caer la inflación 20 puntos porcentuales. "Hay seca: el circulante en términos reales sobre el PBI está debajo del corralito y el corralón. Si no emitís y tenés 40% de inflación, es un problema".

Sin más, hoy el Banco Central adjudicó Leliqs por un valor nominal de $ 97.709 millones en la licitación con una tasa de corte de 74,037% nominal anual y una tasa promedio de 72,831%. Y esto golpea a las tasas pasivas a valores no vistos desde 2002. La semana pasada, el mismo Ministro de Producción, Dante Sica, calificó a las tasas de "incompatibles con la producción".

La lectura de Federico Furiase, economista y director de la consultora Eco Go, es ligeramente más optimista: "El programa monetario va a ser muy duro entre octubre y diciembre para absorber los $400.000 millones que restan del desarme de Lebacs y recién después de la corrección por estacionalidad de la base monetaria en diciembre va a tener un poco más de aire. Una vez desarmadas las Lebacs, con las Leliqs va a haber que absorber la expansión monetaria endógena de los vencimientos de Leliqs y de sus intereses -que, dependiendo de la tasa pueden quedar en un promedio de $40.000 millones por mes en 2019."

"Para que la ?bola de nieve' de Leliq no genere un problema de estabilidad de la deuda cuasi-fiscal, el Central lo que necesita es que la tasa empiece a bajar. Se puede lograr la sostenibilidad con una tasa en torno al 55% y un tipo de cambio de $45. En estos valores también se estabiliza el ratio deuda sobre PBI. Para esto es necesario que ingresen capitales que estabilicen el dólar y que los depósitos crezcan por encima de la inflación", agregó Furiase quien descartó que la economía se encamine hacia un escenario de tasas y tipo de cambio real más altos.

Aun así, el hecho de que las Leliqs venzan cada siete días, contra los 35 días de las Lebacs, no solo hacen que el Banco Central deba medirse contra el mercado con mayor asiduidad, sino que deba terminar pagando una tasa efectiva más alta a igual plazo e igual tasa nominal por una Leliq que por una Lebac.

"La ?bomba' de Leliqs respecto de la de Lebacs tiene algo a favor, que las Leliqs están en manos de bancos y los bancos tienen límites para irse al dólar por la Posición Global Neta de Cambios, por lo que a priori es una demanda más estable y con menos riesgo de no renovación y fuga al dólar", concluyó Furiase.