FMI

Más ajuste para pagar la deuda

Dujovne volvió de Washington con "tarea para el hogar": que la oposición le apruebe el ajuste en la Ley de Presupuesto 2019, más desempleo, pobreza y recesión para un pago que es utópico.

El ministro Dujovne y su equipo se pasaron la mayor parte de la semana pasada en Washington negociando con el FMI. Le llevaban un nuevo plan de ajuste, más duro aún que el acordado hace apenas dos meses: bajar el déficit fiscal a cero para el año que viene. En concreto: más recesión, más despidos, más pérdida de poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones, menos plata para obra pública, salud y educación. Todo al servicio de crear la "confianza" sobre la capacidad de pago del Estado de los próximos vencimientos de deuda.

Banqueros y especuladores de la Bolsa aplaudieron el mayor ajuste ofrecido al FMI y le ofrendaron un "pequeño regalo" al Gobierno: una tregua en la suba del dólar, ya que la devaluación, que pulverizó salarios y jubilaciones y les permitió hacer inmensas ganancias, les "desordenó" a la vez un poco sus negocios y necesitan reacomodarse.

El ministro Dujovne, por su parte, volvió a la Argentina con "tarea para el hogar": que el peronismo le apruebe el Presupuesto 2019, donde estarán el conjunto de las medidas de ajuste. Cosa que los gobernadores de la oposición se apuran a garantizarle a Macri esta semana.

Hace apenas 20 días el Gobierno aseguraba que "ya estaban asegurados todos los fondos para cumplir con los vencimientos de deuda hasta diciembre de 2019". Nosotros sosteníamos lo contrario. Posteriormente, una vez desatada la nueva corrida del dólar, anunció que, efectivamente, el dinero no alcanzaba, pero que ya estaba arreglado con el FMI para que este adelantara las cuotas de 2020 y 2021 del préstamo pactado en junio pasado y "ahora sí", estarían garantizado los pagos de deuda hasta el fin el mandato de Macri. Era mentira, no estaba nada "arreglado", como se encargó de desmentir el propio FMI. Por eso el Gobierno tuvo que ofrecer un ajuste más duro, para que el Fondo se avenga a analizar un adelanto de los fondos.

Nosotros volvimos a denunciar que, aun adelantando todas las cuotas del FMI para el año que viene, tampoco alcanzaba para cubrir lo que habría que pagar el año que viene. Finalmente el Gobierno también empieza que reconocer esto último, y comenzó a plantear que el Fondo podría "aumentar el total del préstamo" (o sea superar los 50.000 millones de dólares) o incluso, que existiría la posibilidad de que hubiera otro préstamo, directamente político, desde el gobierno de los Estados Unidos.

Estas idas y vueltas, de una deuda impagable que se intenta financiar con más deuda, que a su vez genera más intereses y más vencimientos y que exige cada vez mayor ajuste, es una auténtica bola de nieve.

Nos dicen que "dejar de pagarla" es utópico. Nosotros respondemos: lo utópico es pagarla y nos lleva a un callejón sin salida. En cambio, si suspendemos inmediatamente los pagos, tendremos dinero para volcar a trabajo, mejores salarios, educación, salud y vivienda y será el paso inicial para un programa económico alternativo.