Dólar

Estiman que el dólar debería valer $37, pero creen peligroso soltarlo como pide el FMI

La receta del FMI de no usar reservas para contenerlo dejaría a la economía sin precio de referencia, explican los economistas.

Desde abril el dólar no deja de dar saltos que al Gobierno le cuesta contener. Sin más, este martes el Banco Central desembolsó 360 millones de dólares de las reservas para evitar que cerrara arriba de $40, valor al que de todos modos se mantuvo buena parte de la tarde en la pizarra del Banco Nación.

Los analistas consultados por LPO opinan que mientras se "divise un default en el horizonte", el dólar no va a tener precio. Eso deja al Central como el principal oferente de divisas en un mercado que no encuentra su precio de equilibrio. Y aunque desde la autoridad monetaria argumenten que se están vendiendo a $39 dólares que se compraron a $18, en el mercado financiero no dejan de advertir que el acelerado descenso de las reservas internacionales echa nafta al fuego en esta crisis de credibilidad. Es que precisamente es la capacidad de Macri de cerrar el programa financiero de 2019 lo que está en el ojo de la tormenta.

Y por eso mismo es que Christine Lagarde exige una y otra vez que Luis Caputo deje de rematar dólares en el mercado cambiario y permita que la divisa se vaya hasta donde tenga que irse. No está dispuesta a desembolsar más dólares del Fondo Monetario Internacional para alimentar una fuga de divisas.

Sin embargo, en el Gobierno saben que, si el dólar sigue dando saltos del 20%, la tensión social va a escalar y golpear más su debilitada base política. Por eso, interpretan en el mercado que Caputo sigue "administrando la depreciación" con reservas internacionales. ¿Pero hasta cuándo?

El economista Orlando Ferrerres sostuvo que en teoría con el dólar a $36,90 a fines de agosto, la economía encontraba el valor de equilibrio y, sin embargo, el tipo de cambio cruzó los $37 y llegó a los $40 y puede seguir subiendo.

Macri apela a Trump, en medio de una dura negociación con el FMI por las reservas

Al respecto, Fausto Spotorno, economista en jefe de la consultora de Ferreres, explicó a LPO que estos 37 pesos "representan una paridad teórica de equilibrio, y subrayo ?teórica', que se mide desde los años '70 y que dice a qué valor del dólar se equilibra la balanza de pagos y la economía no tiene estímulos a importar lo que puede hacer acá, entre muchos otros supuestos. Lo que se ha observado en que en años de equilibrio de la cuenta corriente, crecimiento y baja inflación la economía estaba cerca de este valor".

"Esto no quiere decir que el dólar deba estar en ese valor, sino que en torno a ese precio teórico debería estar equilibrándose la balanza de pagos. En teoría. En la práctica claro que puede seguir subiendo", sostuvo Spotorno. Así, cuando se ubica por debajo de este valor teórico -por ingreso de dólares financieros, por ejemplo-, se dice que el tipo de cambio está atrasado; y por el contrario, puede adelantarse en una coyuntura de euforia de capitales.

El problema es que el mercado de divisas se quedó sin la oferta de exportadores, si el Banco Central no vende, no hay oferta de dólares.

De momento, son muchas las cuestiones coyunturales que hacen diferir la realidad de la teoría: históricamente después de la segunda quincena de agosto históricamente se reduce la liquidación de agrodólares. Además, la fuerte suba del dólar incrementó la preferencia de los ahorristas por la moneda estadounidense y por otro lado "en este momento se están cerrando los mercados internacionales para todos los emergentes, no solo para la Argentina; la diferencia es que los demás tienen un mercado propio en el que financiarse", acotó Spotorno.

"Más que una cuestión financiera, me parece que es una cuestión cambiaria: el mercado de divisas se quedó si la oferta de exportadores, si el Banco Central no opera, no hay oferta", resumió el economista de Ferreres. Es decir, los únicos dólares que hay para comprar son los que oferta el Central. Casi nadie está vendiendo.

Sin oferta, no hay precio para el mercado de dólares y sin precio del dólar, atrás se quedan sin precio los combustibles, los granos y se tensionan las cadenas de valor y eso genera más problemas a una economía ya apretada por la elevada tasa de interés y la recesión.

La titular del FMI, Christine Lagarde, junto al staff del organismo.

"En el fondo, Lagarde tiene razón en que una crisis de balanza de pagos no se resuelve vendiendo reservas. O el Gobierno logra realinear expectativas o el ajuste lo hace el mercado por las malas, vía corrección abrupta del tipo de cambio nominal. Pero también es lógico que el Central intente administrar los tiempos del proceso para dar espacio a que el Gobierno con anuncios y reformulaciones de política económica encuadre las expectativas. Ahí hay una delgada línea: una cosa es administrar el proceso de ajuste y otra es intentar impedirlo", explicó a LPO el economista de la consultora Ledesma, Gabriel Caamaño.

"Lo que hay que dejar claro es que el Banco Central no es quien por sí mismo y en soledad va a equilibrar las expectativas de forma sustentable, más bien es quien ayuda a reducir la volatilidad hasta que se estabilice el mercado. Pero no es gratis, se paga con reservas internacionales. Y eso es lo que le preocupa al FMI, que tiene la mala experiencia de la crisis rusa, por ejemplo. Y entonces puede ser que se pase un poco de rigidez, que es un poco lo que pasa cuando ponés reglas. Y así el BCRA queda muy encorsetado", completó el economista.

Lagarde tiene razón cuando dice que una crisis de balanza de pagos no se resuelve vendiendo reservas, pero también es lógico que el Central intente administrar los tiempos de la corrección del tipo de cambio.

"Esto es una cuestión de expectativas divergentes porque estamos frente a una crisis de balanza de pagos y no manda la economía real, si no ya estaríamos en un nivel de equilibrio. Pero en este contexto el dólar no tiene precio, es algo que todos quieren y nadie quiere vender. Es una cuestión de expectativas, que vuelva la confianza y que se reduzca la devaluación esperada", agrega Caamaño.

"El dólar puede irse a $45, a $55 y eso solo incrementaría la volatilidad y los problemas. Al fin y al cabo el mercado cambiario es una caja de resonancia más que retroalimenta, pero no es la causa última. Por eso, primero hay que alinear las expectativas desde la política económica, serenarse y evitar seguir sumando errores. Este equipo está mostrando demasiado apuro e improvisación y eso al mercado no le cierra. Lo segundo tiene que haber es un cambio de nombres porque el mercado descree de determinados interlocutores y pide por ellos con nombre y apellido. Y lo tercero, es cerrar el programa financiero 2019", consideró el especialista.

"Le dieron al mercado ?déficit cero', que no lo pedía, y otras cosas que el mercado las agarra, pero les sigue reclamando lo que quiere, que es ver la brecha financiera cerrada, pero no necesariamente de esa manera. Ahora, además de comprometerse a alcanzar el déficit cero, reconocieron que los números de 2019 no eran tales y el programa financiero no estaba cerrado como decían, lo que ya se sabía. Y falta mencionar al tercero en discordia, que son los vencimientos de Letes que no es un escenario blindado como ellos asumen cuando aseguran que van a renovar el 100% y que no van a necesitar divisas para eso", concluyó Caamaño.