Conferencia UIA

Los industriales cuestionan el nuevo plan del Gobierno por fiscalista y recesivo

La conferencia de la UIA estuvo cargada de críticas sobre el nivel de tasa de interés y el impacto de la recesión.

La celebración del Día de la Industria ya no estuvo cargada de elogios, risas y abrazos como en los últimos dos años. En esta oportunidad, la 24º Conferencia Industrial Argentina tuvo un clima tenso, con feroces críticas al Gobierno y mucha preocupación por parte de los empresarios que no ven un plan sólido que pueda revertir la crisis actual.

"Necesitamos previsibilidad cambiaria y financiera. Sin reglas claras no podemos planificar inversiones a largo plazo", comenzó el discurso inaugural del presidente de la conferencia Alberto Álvarez Saavedra, quien posteriormente objetó la debilidad actual del mercado interno, la excesiva carga impositiva y las altas tasas de interés que "están complicando la cadena de pagos".

Debajo del escenario los cuestionamientos eran mucho más duros y fueron el único tema de conversación entre las mesas del salón de Parque Norte. "Te dije que iba a pasar esto hace dos años o no", pregunta retóricamente un empresario de la industria del software a un colega del sector químico. "Estaba cantado, tuvieron un error gravísimo de diagnóstico. Se concentran en el déficit fiscal, cuando el verdadero problema es el sector externo, el déficit de cuenta corriente. Hoy en día hay muchos países en el mundo con déficit fiscal, pero no tienen ni el nivel de deuda ni el déficit externo argentino. Eso es lo que produjo la crisis cambiaria, el problema es que no hay dólares", respondió el empresario químico.

Las objeciones al plan fiscalista del Gobierno ponen el eje en la pérdida diaria de millones de dólares que se observa en las reservas del Banco Central que torna los desembolsos del FMI en un "respirador artificial" que no soluciona esta situación estructural.

"Esto es como cuando pagas el mínimo de la tarjeta y vas postergando los vencimientos. Bueno, ahora el Gobierno llegó al punto de que no puede pagar ni el mínimo de la tarjeta", fue la metáfora de otro empresario dedicado a la exportación de alfajores en relación a la capacidad de pago de la deuda externa.

La pérdida de divisas vía importaciones superfluas fue otro de los dardos que Saavedra lanzó en la inauguración de la conferencia. "No podemos abrirnos al mundo solo por una razón aspiracional o reputacional. Tenemos que tener una inserción inteligente. Hoy vemos como nuestros pares del G20 pujan para que vuelvan a instalarse sus fábricas dentro de sus territorios", aseguró.

Por parte del Gobierno, participaron del evento el Vicejefe de Gobierno Diego Santilli y el Ministro de Producción Dante Sica. El discurso del primero fue muy cuestionado por no tener ningún tipo de autocrítica ni propuestas serias. "Siguen en modo campaña electoral usando palabras, como "juntos", "esfuerzo" y "tormenta", pero no se hacen cargo de la crisis", comentaban en una de las mesas.

Si bien la situación de Sica es muy diferente, dado que es muy respetado entre los industriales y dio un discurso mucho más sólido, la desconfianza en el sector ya trasciende los nombres. Pocos creen que se cumplan las metas fiscales anunciadas y nadie ve un plan macroeconómico sostenible. A su vez, la situación interna de cada empresa comienza a ser cada vez más preocupante ante este panorama recesivo que está impactando directamente en el mercado interno.

En julio la actividad industrial cayó 5,7%

"Yo ya hice los cálculos y en 3 meses no voy a poder pagar salarios. Tengo plata en la calle por cobrar de ventas que hice con el dólar a $19 y tengo que reponer todos mis insumos importados a $40. Quiero cambiar los pocos cheques que tengo y me cobran el 74% de interés. ¿Cómo hago?", se pregunta una de las principales autoridades de la UIA que sostiene que no tienen ningún tipo de respuesta gubernamental. 

Cumbre de Massa y los intendentes en alarma por la situación social en el Conurbano

Todos estiman la llegada de meses muy duros con una caída histórica del volumen de ventas. Pero una de las mayores incertidumbres pasa por el control de la conflictividad social. "La situación social es de una extrema fragilidad. Yo me reúno frecuentemente con la pastoral social y los curas me presentan un panorama desolador. Ayer vimos lo que sucedió en Chaco con mucha preocupación. Esperemos que no pase a mayores", enfatizó un importante empresario.