Aborto

"La Iglesia no respetó el debate"

Para Silvia Lospennato, "la Iglesia se involucró en un debate que no debería haberse involucrado. Tomaron una posición extremista". Igual, la diputada se mostró esperanzada con los avances.

La diputada nacional de Cambiemos, Silvia Lospennato cargó contra la Iglesia Católica por su participación en el debate por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. "La Iglesia se involucró en un debate que no debería haberse involucrado, no respetaron el debate democrático y tomaron una posición extremista, llamándonos nazis a los que votábamos esta ley. Eso trajo como consecuencia el debate por la separación de la Iglesia del Estado", afirmó la diputada.

A pesar del rechazo, Lospennato se mostró esperanzada por los avances. "Lo que nos dejó este debate es la experiencia de que, cuando hay un objetivo común, se puede construir transversalmente en la política. La segunda y más importante es que más allá del resultado final, logramos que los representantes del pueblo (Diputados) le dieran el Sí a la legalización. De ese paso no se vuelve atrás", le dijo a la Once Diez.

La diputada, que cerró el debate de la votación del IVE de la Cámara de Diputados con un conmovedor discurso, hizo eje en el costado económico de la lucha de género. "Creo que no es una ley cualquiera, lo que está detrás es la autonomía del propio cuerpo y la de decidir el proyecto de vida propio. Cuando empieza a estudiar cómo podemos insertar mejor a las mujeres en la economía para promover su desarrollo, te das cuenta de que una de las principales cuestiones a resolver tiene que ver con la penalización laboral a la maternidad", explicó.

"La mujer debe poder elegir el momento de ser madre, para poder armonizarlo con su desarrollo laboral y personal. Es una demanda que cruza transversalmente gran parte de la agenda de género", agregó Lospennato.

Además reclamó una "deconstrucción" social para correr a la mujer de un rol secundario. "El machismo es universal, así está construida nuestra sociedad. En este proceso es de deconstrucción, nos empezamos a cuestionar la naturalización de determinadas conductas sociales: ni las mujeres debemos estar condenadas al trabajo doméstico o que la mujer tiene un rol secundario, de acompañamiento".