Corrupción

Un gerente de Emepa quedó detenido y Bonadio tiene en la mira a Romero

Rodolfo Poblete no quiso declarar como "arrepentido'" y quedó detenido en una alcaidía.

Rodolfo Poblete, gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Emepa de Gabriel Romero, quedó detenido hoy tras negarse a declarar ante el juez federal Claudio Bonadio en la causa de los cuadernos de las supuestas coimas pagadas por los contratistas del Estado durante por lo menos diez años.

Romero es uno de los empresarios mas poderosos del país, muy cercano al radicalismo con aceitados vínculos con Guillermo Dietrich, a través de Julián Alvarez Echague, quien ocupa el cargo de Director en su holding y es además cuñado del ministro de Transporte de Macri, encargado de controlar varias de sus concesiones.

Mal asesorado por el abogado Gustavo Trovato, Poblete fue de los pocos empresarios citados a declarar este lunes que quedó detenido. Angelo Calcaterra, Santos Urribelarrea y Alejandro Ivannisevich, fueron los otros empresarios que debieron prestar indagatoria y todos fueron liberados, luego de aceptar los hechos contenidos en el cuaderno. No fue el caso de Poblete que pidió ver las pruebas en su contra antes de declarar.

Molesto el juez Bonadío no le mostró nada y lo dejó detenido, confirmando que la estrategia legal elegida por su abogado no fue la mejor. Además dispuso allanamientos en la casa del ejecutivo, en las oficinas de Emepa y en el domicilio de Romero, donde se habrían pagado las coimas.

El nombre de Poblete aparece en los registros del chofer de Rodolfo Baratta, el 19 de marzo de 2010. Allí, cuenta que hubo una reunión en la que se entregó dinero, cuyo destino final fue el departamento de la mano de derecha de Julio de Vido.

"Lo llevé al licenciado Baratta y a Nelson Lazarte al 2do subsuelo de Alvear 1491, donde lo esperaba Rodolfo Paulette (sic), donde le entregó un bolso con 300 mil dólares al Lic. Baratta mientras con Nelson presenciamos desde el auto", comienza el relato.El domicilio mencionado sería el de la casa del propio Romero.

Y concluye: "Salimos raudamente y lo llevé al Lic. a su depto, donde bajó con todo. Luego Nelson se fue y yo me quedé hasta las 18:00, cuando el Lic se fue en su auto a la Quinta de Olivos a jugar a la pelota con Néstor Kirchner e invitados". 

Romero es uno de los empresarios más poderosos del país, con negocios que van desde la hidrovía y los trenes, hasta la publicidad de vía pública y el campo. Cercano al radicalismo tiene en su directorio a Julián Alvarez Echagüe, cuñado del ministro Dietrich, quien debe controlar sus concesiones.

La errada estrategia legal del abogado de Romero, quedó en evidencia porque se apartó del camino que trazó el directivo de Isolux, Juan Carlos De Goycochea, el viernes pasado, cuando inició el relato de los pagos "de campaña" bajo presión de los funcionarios de Julio de Vido y luego de minimizar el monto, ratificó las otros circunstancias de tiempo y lugar del cuaderno de Centeno y pidió acogerse a la figura de arrepentido.

Este lunes se amontonaron en la fiscalía de Carlos Stornelli, Angelo Calcaterra y Javier Sánchez Caballero, de la constructora Iecsa del primo del Presidente Macri en la época de las coimas. El sol no había desaparecido tras el horizonte cuando otros dos imputados, los empresarios Alejandro Ivannisevich (ex dueño de Emgasud) y Manuel Santos Uribelarrea (de la empresa MSU) también confesaron haber pagado sobornos a los funcionarios, aunque aún no dieron el último paso de pedir su carnet como arrepentidos. En el caso de Urribelarrea dijo que el único pago que hizo fue el mencionado en los cuadernos y se limitó a decir que fue ante un pedido de aportes para la campaña, que no pudo resistir.

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Bonadío parece haber adoptado una estrategia de acercarse por círculos y luego de acumular pruebas y testimonios, a los sospechosos de mayor volumen político y económico, como el propio Romero. Este empresario de origen radical y 62 años controla un holding integrado 100% por capitales nacionales que se caracteriza por su diversificación. Emepa abarca desde el gerenciamiento y operación de la Hidrovía -el corazón de sus ingresos- hasta negocios de agroindustria, construcciones civiles y electromecánicas, desarrollo inmobiliario, higiene urbana, publicidad en vía pública y mobiliario urbano, metalurgia y transporte público de pasajeros y cargas

Una de las claves de la consolidación de ese grupo fue el vínculo entre Romero y el ex presidente Raúl Alfonsín, ambos de Chascomús. Algunas versiones sostienen que el propio líder radical negoció contratos para Romero durante los años de la Alianza. Por entonces, Emepa reabrió una vieja planta de Chascomús para fabricar y reparar vagones para ferrocarriles.

Asociado a la belga Jan de Nul, Romero se quedó con el contrato de la Hidrovía del río Paraná, denunciado reiteradamente por Lilita Carrió. Ademas, Emepa es dueña de Ferrovías, que tiene a cargo la operación del servicio de pasajeros del ex Ferrocarril Belgrano Norte, que une al barrio porteño de Retiro con Pilar. Ferrovías también opera en Perú, controlando la Línea 1 del Metro de Lima, que une 9 distritos de esa capital.

El grupo también posee la metalúrgica santafecina Provisión Laguna Paiva (desde 2007 dedicada la reparación de vagones de carga y a la fabricación de estructuras metálicas pesadas y de distintos sistemas metálicos); además de Talleres Riorio,  la constructora Herso y Ferromel, creada para la construcción de puentes, viaductos y terraplenes.

En publicidad en vía pública, Romero cuenta con PC, una empresa líder en Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. La empresa disputa los espacios más caros del país en cuanto a cartelería, como los mega carteles de la avenida Lugones, ubicados dentro de la traza del tern que opera.

No es la única concesión que tiene en la Ciudad. Romero también es dueño de Nítida, empresa que desde 1998 opera una de las zonas de la Capital. En su incursión en el real state, Romero construyó las dos Torres del Yacht, en Puerto Madero, en diagonal al Hotel Hilton.