Senado

Rozas y Blas votan en contra del aborto y los verdes buscan aliados para que no se caiga la ley

Hay 3 indecisos, los celestes ganan 35 a 32 e intentan rematar con un cambio de estrategia. La Campaña acepta cambios y confía en recuperarse.

El senador radical Ángel Rozas y su par del justicialismo Inés Blas anunciaron que votarán en contra de la legalización del aborto y el rechazo a la ley quedó 3 votos arriba, justo la misma cantidad de indecisos que hay para la sesión del 8 de agosto.

Los dubitativos son José Alperovich, Omar Perotti (Justicialismo) y el salteño Juan Carlos Romero (interbloque federal), tironeados de ambos bandos con estrategias diferentes. Miguel Pichetto y Humbero Schiavoni, jefes del PJ y el PRO y activos miembros de la campaña verde, buscarán sumarlos mediante un dictamen con cambios que terminarán de escribir por la mañana. 

Las militantes de la causa, que deambularon por el Senado todo el día, aceptaron que es la única salida para que la ley no se caiga y por lo tanto no habrá sanción y festejo definitivo la semana que viene. 

Pichetto negocia cambios a la ley del aborto y suma el voto de Pereyra

Las modificaciones acordadas son  las solicitadas por los senadores de Córdoba (el peronista Carlos Caserio y los macristas Ernesto Martínez y Laura Rodríguez Machado) y así se lo confirmó Pichetto a sus pares en una improvisada reunión por la noche. 

Se bajará de 14 a 12 las semanas de gestación máximas para interrumpir el embarazo, se contemplará la objeción de conciencia institucional, habrá un presupuesto para los hospitales provinciales y se eliminan las sanciones a los médicos por presuntas demoras en las intervenciones, una exigencia que más perturba a las militantes de la Campaña proaborto.

Otro retoque sería ampliar los plazos posibles para atender a una mujer que quiera abortar. Con el mismo borrador, Schiavoni y el radical Luis Naidenoff hicieron lo propio y empezaron a puntear posibles nuevos aliados de su bloque porque saben que un empate es derrota: Gabriela Michetti definirá por el no y en la Casa Rosada no quieren llegar a esa situación.

El dictamen de rechazo no sería total: esta noche los senadores provida (Silvia Elías de Pérez, Federico Pinedo y Olga Brizuela y Doria, entre otros), definían "un cambio de estrategia" para sumar a los indecisos y creían contar con Romero. Quien sume más firmas pondrá su expediente primero en el temario de la sesión, pero no le servirá de mucho si llega ese día en minoría. 

Los senadores kirchneristas Guastavino, Pilatti y Sacnun, que votan a favor del proyecto.

Rozas integraba hasta hoy el grupo de los indecisos, aunque el fin de semana había dado un indicio de su posición al participar de la "cabalgata de la fe" con grupos religiosos. "Mi decisión no responde a ningún tipo de especulación sino de convicciones. Me empujó a esta decisión que el embrión es vida", le dijo a Clarín.

Su correligionaria María Belén Tapia, de Santa Cruz, avisó temprano que rechazará "completamente" el texto que aprobó Diputados, o sea, tampoco se sumará a un proyecto con cambios. Otro radical que el fin de semana se inclinó por el "no" fue el pampeano Juan Carlos Marino, un histórico ladero de Enrique "Coti" Nosiglia. 

Por la tarde se sumó al lote del rechazo Blas, que una hora antes había negociado incorporaciones con la idea de apoyar. "Luego de haber analizado el proyecto en revisión, he concluido en no acompañar el mismo por considerar que no se limita a la despenalización del aborto, sino que legisla sobre la legalización sin límites razonables en su implementación y acceso a la práctica", señaló la catamarqueña, en un escueto comunicado de prensa. 

Con la confirmación de Carlos Reutemann y Carlos Menem entre los celestes (se dudaba sobre su presencia), los verdes quedaron atados a los tres indecisos, con la confianza de consolidar a Alperovich y Perotti y las dudas sobre Romero. Sueñan con sumar a la neuquina Lucila Crexell, que anunció su abstención.  Pero empatar no sirve. 

La puntana María Eugenia Catalfamo no irá a la sesión porque está próxima a ser mamá y la apuesta no podrá ser otra que captar celestes. En la mira está el radical riojano Julio Martínez, temeroso de dar un paso en falso que complique su candidatura a gobernador. 

Los provida tuvieron su día de fiesta, pero dieron señal de cautela con un homenaje a los 125 diputados que rechazaron la ley el 13 de junio, una excusa para repasar los nombres de quienes podrían ayudarlos si el debate vuelve a esa Cámara.

Entre negociaciones de pasillos, en el Senado se realizó la última audiencia en el salón Illía, con la presencia de la escritoria Claudia Piñeiro, una de las referentes de la Campaña. "Hay que trabajar en un punto de encuentro, que siempre va a ser mejor que el rechazo". 

La enfrentó Verónica Camargo, una de las fundadoras del movimiento Ni Una Menos y madre de Chiara Páez, una joven de 14 años que fue asesinada por su novio en 2015 por negarse a realizarse un aborto.

"La vida debe respetarse siempre, incluso la de los que mataron a mi hija. El camino debe ser siempre el de la paz. Me duele ver que en las grandes ciudades se equipare al Ni Una Menos con el aborto", lamentó Camargo, quien también se había presentado en la Cámara de Diputados.

Le respondió la filósofa y activista feminista Diana Maffía. "La dimensión de la tortura que significa una maternidad forzada puede medirse en que esa mujer arriesga su propia vida en un aborto clandestino e inseguro para evitarla".

Cerró el abogado constitucionalista Jorge Vanossi, en contra. "El aborto posee un signo negativo porque es la negación de las vidas del niño y la madre, según el caso". Afirmó que su oposición al tema "se sustenta en la creencia moral de que el aborto es un acto injustificable ya que la concepción empieza a partir del implante del embrión en el útero materno". Pocos senadores lo escuchaban. Estaban contando votos.