Puertos

Los puertos de Rosario y Quequén buscan mejorar la competitividad de la hidrovía Paraná-Paraguay

Las autoridades portuarias exploran distintas estrategias para reducir los costos de logística y ganar en eficiencia.

Si hay algo que caracteriza al sistema productivo argentino son la cantidad de distorsiones que arrastran las cadenas de precios de las diferentes ramas y que no solo se limitan a los aspectos impositivos sino también a las posibilidades -o no- de incorporar valor agregado, desarrollar el transporte y la logística o simplemente explotar mejor los recursos con los que se cuentan a través de una eficiente organización.

La manera en que los diversos productos de las distintas regiones del país llegan a los puertos y desde allí zarpan hacia el mundo es uno de los ítems más complicados a la hora de analizar la competitividad. Reactivar el ferrocarril, optimizar las rutas y autopistas y contar con una hidrovía en óptimas condiciones requiere de mucha inversión, sobre todo cuando estas cuestiones no se han priorizado durante décadas.

Estos temas estaban presentes en la agenda de gobierno apenas asumió Mauricio Macri la presidencia y auguraban un programa neo desarrollista que potenciaría las capacidades de las riquezas argentinas. Pero las buenas intenciones quedaron sepultadas en el viraje del gradualismo al ajuste estructural.

En rigor, durante los dos primeros años se lograron algunos avances importantes en la reducción de los costos operativos de los puertos. Con el encarcelamiento de Omar "Caballo" Suárez se desarticuló un sistema monopólico de presión y control por parte del sindicato que impedía la competencia en los servicios y determinaba los precios de manera arbitraria además de revisarse las cargas impositivas.

Frente a este desafío, las autoridades del Ente Administrador Puerto Rosario -ENAPRO-, el Consorcio de Gestión Puerto Quequén y el de Villa Constitución firmaron un acuerdo de cooperación que tiene como finalidad "detectar los puntos flojos de la cadena logística e intentar llevar adelante mejoras que, por un lado, hagan que la operatividad sea más eficiente; y por otro lado que los costos para los productores sean más beneficiosos", explicó a LPO Ángel Elías director de ENAPRO.

Es que las tres terminales funcionan complementariamente. Los barcos que cargan en el puerto de Rosario o de Villa Constitución tienen un límite que lo determina el dragado de la hidrovía y deben completar la carga en los puertos de Bahía Blanca o Quequén.

Como el Puerto de Quequén es un consorcio de similares características al de Rosario y Villa Constitución, constituidos por capitales privados y públicos, se decidió de manera coordinada, poner la lupa en los procesos de carga y transporte para advertir las modificaciones necesarias que permitirían mejorar los tiempos y organizar los turnos para optimizar la cadena logística.

"Vamos a evaluar los costos punto por punto con toda la red portuaria para ver como la podemos hacer más eficiente, ambos puertos compartimos el objetivo de crecimiento continuo y mancomunado" indicó en diálogo con La Política Online Arturo Rojas, presidente del Consorcio de Quequén.

"Todo va a redundar fundamentalmente en una baja de los costos logísticos, que es tan importante para la provincia y para la Argentina, porque si no desarrollamos nuestra capacidad exportadora es muy difícil que tengamos una salida como país" expresó el ministro de Infraestructura y Transporte de Santa Fe, José Garibay, presente en la reunión de las autoridades portuarias.

El objetivo principal es ganar competitividad, eficiencia e interconectividad para atraer inversiones, la multiplicación de las cargas y sobre todo la diversificación de la misma. Es que el complejo agroindustrial santafesino cuenta con 20 terminales portuarias desde donde se exporta más del 80 por ciento de la producción de granos, aceites y biocombustibles.

El Puerto de Rosario, además de estar adaptado para la soja, trigo, maíz y sus derivados, tiene el interés puesto en los productos de las economías regionales que contienen valor agregado: "buscamos la forma en que los precios sean beneficiosos para los productores que quieran exportar" sostuvo Elías.

Esta matriz de exportación tiene su antecedente reciente en la partida del primer lote de limones desde Tucumán hacia Estados Unidos después de 15 años. Los cítricos se embarcaron en el Puerto de Rosario para su destino final.

"Esa partida de limones, por ejemplo, requiere preservar su cadena de frío durante todo el viaje. Por ello, para el puerto implica la necesidad de contar con la infraestructura, el profesionalismo y la eficiencia necesaria ya que esto se traduce en valor agregado para la terminal" advirtió el presidente del ENAPRO.

Desde Terminal Puerto Rosario se embarcan una variedad de producción exportable en conteiner como como el lactosuero deshidratado y desmineralizado que produce la firma La Sibila y que posiciona a la Argentina como el único proveedor sudamericano de este subproducto que se utiliza para la fabricación de alimentos para bebés o de autos para la firma General Motors.

La idea de las autoridades portuarias es generar las condiciones necesarias y buen precio para que los productores tengan la posibilidad de contar con una conexión real y beneficiosa con el resto del mundo.