El dólar subió a $28,16 por las expectativas de un importante desarme de Lebacs

La cotización del dólar abrió este martes en alza y volvió a venderse por encima de los $28, a la espera de la renovación de las Lebacs y sabiendo que buena parte del vencimiento no sería renovado por las necesidades de liquidez de los bancos para cumplimentar con el aumento de los encajes bancarios que entrará a regir mañana.

A la vez, la baja de la tasa de interés por debajo de la tasa de corte de la licitación anterior anticipaba menores rendimientos que los de la semana pasada, que habían llegado al 65% para el instrumento que venció hoy y del 55% para la Letra del Banco Central (Lebac) que vencerá el próximo 15 de agosto.

Como explicó LPO, la tendencia alcista era esperada porque el mercado da por descontado que el Banco Central no renovaría la totalidad de las Lebacs, lo que generaría una mayor circulación de pesos y, por ende, más presión sobre el tipo de cambio.

De cara al supermartes, la tasa de Lebacs cayó a 46,5% y el dólar retomó el alza 

En efecto, este martes el Banco Central renovó el 74,4% de las Lebacs y el dólar trepó 16 centavos en el segmento minorista y 19 en el mayorista con ayuda de una intervención del Banco Nación, que intervino en el mercado para acotar la suba. De esta forma, el dólar continuó la tendencia alcista que retomó el lunes, después de dos semanas en baja tras las medidas aplicadas por la nueva administración del Banco Central. 

Este martes el dólar cerró en el MULC a $27,55 y en las pizarras minoristas a $28,16 en el promedio de los precios para la venta que informa a diario el Banco Central. En el Banco Nación puntualmente el dólar cerró a $28, veinte centavos arriba del cierre de ayer.

De los $529.321 millones de valor nominal que vencían hoy, el Banco Central recibió ofertas por $399.216 millones (75,4%) y resolvió adjudicar el 74,4%, es decir, 393.862 millones con una tasa de corte del 46,5% para la Lebac a 28 días. Esta Letra se llevó

Fue una buena colocación, habida cuenta de que los cálculos preliminares estiman que la mitad de los pesos que resultaron en una expansión de la liquidez, en realidad seguirán en las arcas del Banco Central como encajes.