Automovilismo

Por el ajuste, Buenos Aires se queda sin Fórmula 1

La crisis económica jugó en contra de los planes del gobierno porteño y no habrá carrera en el Gálvez.

 El proyecto para traer la Fórmula 1 Buenos Aires deberá a esperar a otro momento. El ajuste impulsado por el gobierno nacional complicó los planes del Ejecutivo porteño para traer al "circo más grande del mundo" al autódromo Oscar y Alfredo Gálvez.

En la Ciudad se cuidaron de no hacer públicas fechas, pero la vuelta del circuito que tuvo lugar en el calendario de la FIA por última vez en 1995, fue una de las apuestas fuertes  Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno soñaba con una carrera para el año próximo o para 2020.

La presencia de Charlie Whiting, en septiembre del año pasado en Buenos Aires es la mejor prueba del interés porteño en la Fórmula 1. Whiting es director de carreras de la Federación Internacional de Automovilismo y recorrió el Gálvez junto a representantes del gobierno de la Ciudad, del Automóvil Club Argentino, empresarios del Grupo Fenix, vinculados al automovilismo internacional.

Sin embargo y según pudo saber LPO en medio de la crisis y los recortes en Parque Patricios prefirieron poner en "hold" la iniciativa. Los 150 millones de dólares que cuesta traer al país la Fórmula 1 -son 50 millones solamente en derechos- resultan demasiado para realidad económica argentina.

La Ciudad inició importantes trabajos en el Gálvez con el objetivo de desarrollar la Lugano y Soldati. Como parte de ese programa el gobierno construye departamentos en el Parque de la Ciudad y tiene un ambicioso plan para revitalizar la zona que incluye un gran sector comercial en el terreno.

Exclusivo: La Fórmula 1 vuelve a la Argentina 

"No hay ningún cambio respecto a lo planificado. Las obras siguen en el mismo ritmo que al comienzo. Nuestra intención es elevar la pista a grado dos", dijeron a LPO desde el Ejecutivo porteño. El grado 1 es lo que le da a una pista la posibilidad de postularse para albergar una competencia de la máxima categoría del automovilismo mundial.

El mayor problema radica en que después de décadas de desinversión, las reformas que deberían implementarse en el autódromo para llegar al máximo nivel demandan cifras que en este momento resultan imposibles de conseguir.

Quien le dio mayor impulso a la vuelta de la Fórmula 1 a la Ciudad fue Diego Santilli, fanático de los autos, quien también había estado detrás de las carreras de Súper TC 2000 en 2012 y de la Fórmula E en 2015, ambos eventos que el PRO utilizó con éxito para instalar el automovilismo en la Ciudad.

"De la Fórmula 1 no hay nada. Ahora tenemos las mil millas del Turismo Carretera en Agosto", compararon en el gobierno porteño sin perder el humor.