La supertasa lleva los descuentos del cheque al 80% y empuja la inflación

La suba de los costos financieros para las ventas obliga a la cadena de comercio a trasladarlos a los precios finales.

La suba de tasas de interés está enfriando velozmente la economía. Por un lado, desalienta tanto la inversión real. Y en el más corto plazo tensiona y quiebra las cadenas de pago entre la producción y el comercio, y entre este y el consumidor final. En particular es en los últimos eslabones de la cadena donde más se ven los efectos secundarios de la política del Banco Central que endureció Luis Caputo. No es una cuestión menor, el consumo tracciona cerca del 80% de la economía y, de acuerdo al Indec, el comercio mayorista y minorista representan el 11,4% del PBI.

Cuando un supermercado o un comercio minorista les paga a sus proveedores, suele hacerlo con cheques a 30 días o más. Pero la corrida cambiaria y las altas tasas de interés están alargando los plazos de cancelación. "Si antes nos pagaban a 30 días, ahora los cheques son a 45 o 60 días", se quejó un productor lácteo pyme que provee a una distribuidora mayorista. "Tengo cheques a 90 días por cobrar y los costos me suben ahora, para pagar los aguinaldos no podía esperar a septiembre a cobrar", agregó.

Quienes necesitan adelantar capital de trabajo, pueden hacerlo mediante descubiertos de cuenta corrientes -que como adelantó LPO pueden llegar a superar el 100% de tasa nominal anual- para clientes retail o descontar cheques cuyas tasas van desde el 29% con el subsidio acordado por Dante Sica con los bancos públicos para las pymes. En la banca privada, el costo financiero va del 48% nominal anual más comisiones e IVA, en adelante. Vale recordar que en el comienzo de la corrida, incluso el Banco Nación dejó de descontar cheques.

Sica desembarca en el Conurbano para contener la crisis de las pymes

Por eso, las grandes empresas suelen inclinarse por el "call money", que hoy se disparó al 60% por la menor liquidez del mercado, u optan por los adelantos en cuenta corriente para montos superiores a los 10 millones de pesos, cuya tasa es algo menor que la que deben enfrentar las pymes: este miércoles llegó al 51,47% nominal anual de acuerdo al promedio que informa diariamente el Banco Central. Tal y como reveló LPO, descontar cheques para estas empresas puede llegar a tasas de casi el 80%.

¿Qué quiere decir que descontar un cheque a 60 días tenga una tasa del 80%? Que un proveedor deba aumentar los precios casi 10% al comerciante para no asumir el costo financiero de esperar dos meses para cobrar. Esto genera fuertes tensiones entre mayoristas y minoristas, y entre distribuidoras y supermercadistas.

A su vez, por la suba del dólar, la inflación mayorista casi duplicó en los últimos meses a la minorista. A mayo, la economía acumulaba 11,9% de aumentos en los precios al consumidor y de 22,3% en los mayoristas. Esta diferencia se explica en buena medida porque, por la caída de la capacidad adquisitiva del salario, no hay margen para trasladar la suba de los costos a los precios finales. Puntualmente, uno de capítulos en los que más se nota el traslado a precios de los mayores costos de la cadena es en alimentos donde la demanda es menos elástica.

Vidal reconoció que la inflación es más de la esperada y que impacta en los alimentos

  De hecho, en junio las ventas minoristas registraron una caída del 4,2% interanual. Lo que no sorprende habida cuenta de que, de acuerdo a los datos del Indec correspondientes al mes de abril, los salarios privados registrados tuvieron un incremento interanual del 24,9%, los salarios privados no registrados crecieron un 23,7% acumulado en los últimos 12 meses y los salarios del sector público lo hicieron en promedio al 21,8%. "Estos porcentajes implican caídas reales del 0,4%, 1,3% y 2,9% respectivamente, siendo los asalariados públicos los más afectados", detalló en un informe la consultora Invecq.  

Un proveedor debe aumentar los precios casi 10% al comerciante para absorber el costo financiero de esperar dos meses para cobrar.

Ante la caída de las ventas, todo el sector retail se hizo dependiente de las cuotas fijas para ofrecer facilidades de pago a sus clientes. Sin embargo, cuotas fijas -antes "sin interés"- no quiere decir "sin costo financiero". Pese a la nueva normativa, muchos comercios esconden el costo financiero en los precios finales para poder ofrecer sus productos "sin interés".

En efecto, luego de que el Banco Central subiera la tasa de interés de referencia al 40% nominal anual en mayo, VISA y American Express subieron sus tasas seis puntos porcentuales al 50% anual (4,17% T.E.M.) para los planes de hasta 6 cuotas y al 55% para plazos de financiamiento mayores (4,58% T.E.M.). A esto hay que sumarle el 2,35% y 3% de aranceles respectivamente.

Esto se traduce en que al precio de lista de un producto, el comerciante deba recargarle 8,4% para venderlo, por ejemplo con VISA, en 3 cuotas, o 32,8% cuando el pago sea en 12 cuotas. Sobre estos cargos también se paga IVA, lo que en el caso de American Express y su 3% de arancel, el recargo se traduce en un costo financiero total (C.F.T.) del 78,91% para las 3 cuotas y de 94,02% para las 12 cuotas.

En todos los casos, se trata de costos que paga el comercio para poder ofrecer cuotas fijas. A estos, hay que sumarles las tasas de refinanciamiento de los saldos deudores, en caso de que los clientes no cancelen el resumen de la tarjeta. En ese caso, las tasas de interés llegan hasta el 105% anual.