No es de los emergentes, la crisis es local

A una semana del ascenso del país a la categoría "emergentes" por el MSCI, los papeles argentinos se desploman. Están envueltos en la baja que afecta a todos los países emergentes pero los porcentajes de retroceso son mucho mayores en el caso argentino. Adjudicar lo que pasa en la plaza local a una crisis de mercados emergentes es un error importante. Hay desencanto con Argentina.

Puntualmente se sabe que el país ingresa en una recesión qué durará por lo menos hasta el cuarto trimestre del año. Las tasas de interés quedarán altas hasta entonces. La incertidumbre política sobre el 2019 asoma.

Más importantes son las decisiones adoptadas por el gobierno en los últimos días. Con las empresas energéticas, se avecina una renegociación de los contratos que vuelve todo al 2015. La sensación en el exterior es que el país no puede respetar contratos.

El aumento de tarifas se frena pero no es gratis. Implicará además un costo fiscal o sino, de credibilidad del gobierno. Y lo está pagando. Lo mismo sucede con las empresas petroleras y el precio de las naftas.

Al mismo tiempo en el sector financiero en NY hablan de "financial repression" para frenar al dólar. Es por obligar a bancos a vender dólares con la reducción del límite a la tenencia de moneda extranjera.

Una carta pendiente por parte del BCRA es los cambios monetarios. En su comunicado del martes anticiparon que antes de la próxima reunión de julio del Comité de Política Monetaria darán a conocer medidas.

Insistir con la tasa como instrumento para bajar inflación es un error. Carece de credibilidad. Por ello la necesidad de caer en apuntar a agregados monetarios. Des-sturzeneggizar el BCRA. Y en ese proceso, abandonar el gradualismo para des-lebaquizar la plaza. Hacerlo más con shock. Y en eso están trabajando en el BCRA.