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El nuevo experimento económico de Macri: "Ajuste ortodoxo con pinceladas heterodoxas"

Economistas ven más consistente la política monetaria, pero hay ruido entre empresas por falta de reglas claras.

La llegada de Javier Iguacel al Ministerio de Energía y de Dante Sica al de Producción fue revestida por la Casa Rosada como el puntapié de un "paquete reactivador". Ellos serán las caras nuevas para la ejecución de las medidas que diseña Nicolás Dujovne para amortiguar el impacto sobre el nivel de actividad económica de la crisis cambiaria y el ajuste acordado con el FMI.

Con escaso margen fiscal y monetario para hacer políticas económicas expansivas, los ministros adelantan medidas heterodoxas que generan alivio en algunos sectores empresarios y desconcierto en otros: renegociación de los contratos de energía firmados por el mismo gobierno de Macri hace dos años o menos, pisar los precios de los combustibles para moderar la suba de las tarifas de energía, el 0800-precios-abusivos de Sica, un ampliado programa de Precios Cuidados, créditos pyme a tasas subsidiadas, el fin anticipado de la quita de las retenciones, entre otros.

Estas medidas criticadas por el macrismo cuando era oposición parecen difíciles de articular con el discurso de reglas claras y estables para la inversión del Macri del mini-Davos y la lluvia de dólares. 

El ejemplo más concreto del desconcierto que generan estas políticas se observa en el sector que más inversiones recibió durante el macrismo: el petrolero. Los grandes jugadores globales ya por lo bajo advierten que el proyecto Vaca Muerta corre riesgos de desinversión por falta de horizontes y el cambio de reglas de juego; pero también afecta a las firmas de consumo masivo, que ven una caída de las ventas y el aumento de anuncios de medidas coercitivas para pisar los precios como la línea 0800 recientemente anunciada.

Estas inconsistencias llevaron, por ejemplo, a Luis Pagani, CEO de Arcor a sostener que el Gobierno "no tiene un plan económico".

No es la mirada de economistas consultados por LPO. "El rumbo ya está fijado: básicamente se está acelerando la estabilización con menores grados de libertad", sostuvo el economista en jefe de la consultora Elypsis, Gabriel Zelpo, en relación al acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional.

En este punto coincidió el economista en jefe de la consultora Radar, Martín Alfie, para quien "Es un ajuste ortodoxo con algunas pinceladas de heterodoxia que habría que ver cuánto cambian. Es claro que en el Gobierno son conscientes de que de alguna forma tienen que contener el ajuste porque, si no, la caída de la actividad va a ser muy fuerte y en 2019 no tienen chances [electorales]".

'Es un ajuste ortodoxo con algunas pinceladas de heterodoxia que habría que ver cuánto cambian. Si no, la caída de la actividad va a ser muy fuerte y en 2019 no tienen chances [electorales]', consideró Alfie.

En efecto, Dujovne busca que la actividad termine el año con un crecimiento del 1% del PBI. Entre febrero y abril el crecimiento acumulado pasó del 4,5% al 2,4%.

Es que más allá de la coherencia interna que requieren las políticas económicas, también necesitan ser políticamente viables y la popularidad de Macri viene cayendo de la mano de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, una de las primeras cosas que reconoció Dante Sica tras su asunción. Y además requieren de continuidad discursiva para no perder el apoyo de las clases medias que apoyaron el rumbo inicial del Gobierno.

Desde lo técnico, Zelpo explicó a LPO que: "La aceleración del ajuste se observa en los recortes fiscales. Igualmente, me parece más importante todavía el cambio en la política monetaria, que ahora tiene un sendero más coherente, no veo que el rumbo general de la economía esté distorsionado".

"Lo que sí me parece es que tuvieron que recalcular algunos ritmos, como el de la inflación -que además era muy ambicioso-. Al igual que eliminar todos los créditos subsidiados, me parece que no era de la política más coherente. Es una herramienta más de política económica que, si bien anteriormente estaba sobre dimensionada y provocaba ineficiencias, es válida", agregó.

Respecto de la revisión de los contratos y el mayor gradualismo en el aumento de las tarifas, el economista consultado sostuvo que "Los precios de los energéticos en dólares era algo que eventualmente iba a generar problemas con un tipo de cambio atrasado como estaba".

En tanto, para Alfie, "Vale la pena recordar que en 2017 de cara a las elecciones el Gobierno recurrió a dos estrategias, el atraso del tipo de cambio y el impulso a la obra pública. Esto ahora está limitado por el acuerdo con el FMI de ajuste fiscal y compromiso de flotación cambiaria. Pero esta ortodoxia tienen que intentar remediarla con cierta heterodoxia por otro lado -que en este caso es la cuestión de desacelerar la suba de tarifas y dar señales de control de los precios. No sé qué nombre ponerle [al esquema económico]: en el marco general, el gradualismo se terminó".