Corea

Cumbre histórica: tras meses de espera Trump y Kim se encuentran frente a frente

EEUU suspenderá las maniobras militares en la península, aunque mantiene las sanciones.

Finalmente tuvo lugar el histórico encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, y el líder de Corea del Norte Kim Jong Un, quienes se reunieron en Singapur un día después de la catastrófica cumbre del G-7 en Canadá.

En un breve encuentro frente a las cámaras antes de su reunión privada, Trump declaró que esperaba que la cumbre fuera "tremendamente exitosa". Agregó que él y Kim tendrían "una tremenda relación por delante".

Por su parte, el norcoreano dijo que había existido muchos obstáculos para lograr el encuentro, "los superamos todos y aquí estamos hoy".

Los líderes se reunieron primero únicamente con sus traductores para una reunión de 45 minutos uno a uno; después mantuvieron un encuentro de 90 minutos con otros funcionarios de cada país, y finalmente un "almuerzo de trabajo" con más oficiales.

Tras el encuentro, Trump anunció que suspenderá las maniobras militares (que admitió como "muy provocadoras"), aunque no se reducirá la presencia militar en territorio surcoreano y continuarán las sanciones contra Pyongyang. "Bajo las actuales circunstancias, es inapropiado realizar juegos de guerra", afirmó el magnate. "Las sanciones se levantarán cuando estemos seguros de que las armas nucleares (norcoreanas) ya no son efectivas", algo que reconoció que "llevará mucho tiempo", completó Trump.

Trump anunció que Estados Unidos suspende las maniobras militares en la zona, pero mantiene las sanciones económicas hasta que se confirme que las armas nucleares de Corea ya no son efectivas.

En concreto, de acuerdo a lo informado oficialmente, EEUU se compromete a ofrecer garantías de seguridad a Corea del Norte, y Kim Joun reafirmó su compromiso para la desnuclearización del país. Sobre este último punto no hay plazo, aunque el estadounidense dijo que comenzará "muy rápido".

Trump además rechazó la idea de que haya hecho demasiadas concesiones a Kim. "No he cedido en nada. Estoy aquí, no he dormido en 25 horas pero pensé que esto era importante", respondió a la prensa.

El acuerdo establece además que el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, se reunirá en "la fecha más temprana posible" con un alto funcionario norcoreano, que no identifica, para continuar con la negociación.

Entre los funcionarios que asistieron a la cumbre estuvieron Pompeo y el controversial asesor de seguridad nacional John Bolton, una de las figuras con ideología más aislacionista y agresiva de la administración y que, de acuerdo con varios reportes, ya ha "irritado" a los norcoreanos con demandas y en general su escepticismo respecto al encuentro.

Lo cierto es que nadie esperaba grandes avances de esta reunión. El propio Trump había declarado que podría ser un buen inicio, pero nadie esperaba un acuerdo concreto de desnuclearización (lo que finalmente ocurrió). Resulta difícil imaginar un escenario en el que Kim renuncie al arsenal nuclear que actualmente garantiza la supervivencia de su régimen.

De acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca, Trump habló con el primer ministro japonés Shinzo Abe, miembro del fracturado G-7, y el presidente Moon Jae In de Corea del Sur, dos de las naciones más involucradas e interesadas en que el encuentro tenga éxito.

Se trata de un momento histórico, especialmente para Kim, quien se convertirá en el primer dictador norcoreano en sentarse con el presidente de EU, un logro que lo ayudará en términos de política interna, y además lo ayudará a legitimarse en el plano internacional. Para Trump representa un triunfo con su base rumbo a las elecciones de noviembre en las que su partido corre el riesgo de perder el control de la Asamblea de Representantes