México

Las negociaciones de López Obrador y los grandes empresarios de México marcan el final de la campaña

El candidato mejor posicionado en las encuestas ya se mueve como presidente. Los reclamos de empresarios.

Con un respaldo en las encuestas que en algunos casos supera el 50 por ciento, Andrés Manuel López Obrador ya se mueve como el próximo presidente de México. A poco menos de un mes de las elecciones, sus negociaciones con los grandes empresarios marcan el pulso del final de la campaña.

El candidato presidencial del izquierdista Morena lidera todos los sondeos y le saca más de veinte puntos de ventaja a Ricardo Anaya (PAN) y relega a un lejano tercer lugar al oficialista José Meade (PRI). Es por eso que los mercados ya empezaron a perderle el miedo a su triunfo y hasta auguran buenas posibilidades de crecimiento.

En ese contexto, López Obrador ya comenzó a llevar adelante negociaciones de alto nivel con los grandes empresarios mexicanos y, aunque prima la cordialidad, la tensión es evidente. Esta semana, el candidato se reunió con ejecutivos que le hicieron planteos fuertes. "Nos hiere que nos descalifique y nos diga que somos la mafia del poder", le reprochó Alejandro Ramírez, presidente del Consejo Mexicano de Negocios. "Queremos libre mercado y la libre competencia", le exigió.

El tono de las reuniones entre López Obrador y los empresarios es de tensión porque al necesario acercamiento para ambos bandos, se le suman necesariamente las exigencias y el intento de imposiciones porte del poder económico.

Por caso, los sectores empresarios presionaron fuerte para que López Obrador cambie a quien sería su ministro de Economía si llega a la presidencia. El nominado es Carlos Urzúa, un hombre de su histórica confianza, pero hubo algunos sectores que impulsaron a Santiago Levy, un economista cercano al ex presidente Ernesto Zedillo y más "amigable" con los mercados. Pero esos intentos por ahora fracasaron y Alfonso Romo, el empresario más cercano a AMLO, acaba de ratificar a Urzúa.

Esta semana se vieron otros gestos de los empresarios al tabasqueño. Un ejemplo es el de Emilio Azcárraga, el dueño de Televisa, hizo gestiones para acercar a algunos empresarios importantes con López Obrador. Además, Televisa aceptó que el candidato cierre su campaña en el mítico Estadio Azteca, según informó LPO México.

Los movimientos de AMLO como futuro presidente también quedan claros con el acercamiento que empezó a experimentar con el actual gobierno de Enrique Peña Nieto. Ya resignado a tener que traspasarle el poder a uno de sus más fuertes rivales, el presidente empezó a diseñar el equipo para la transición.

Hace unos días atrás, LPO reveló que Peña Nieto se molestó cuando supo que el canciller Luis Videgaray empezó a tender lazos con López Obrador, sin consentimiento del presidente.