Dólar

Un misil al gradualismo

El impuesto a la renta financiera disparó la corrida. Las reservas reales son apenas un tercio de lo que se anuncia.

El impuesto a la renta financiera fue un misil que impacto en la línea de flotación del gradualismo, se perdieron reservas, hay fuertes vencimientos en pesos de Lebac, los ahorristas se siguen dolarizando y los que pueden viajan al exterior. La demanda de dólares no disminuye, hay pocas reservas y parece que la tasa es la única herramienta a mano.

El cuadro de situación no es el mejor, las reservas se ubican en U$S 56.617 millones, a fin del año 2017 ascendían a U$S 55.055 millones. Conclusión el crédito de U$S 9.000 millones que consiguió el Estado en enero de 2018 se lo llevo la corrida.

El causante de este problema fue el impuesto a la renta financiera, el misil que impacto sobre el gradualismo del gobierno. Un impuesto que ya está reglamentado, afecta al 5% de las inversiones en $ y 15% de las inversiones en U$S.

Como era de esperar, los inversores no desean perder rentabilidad, y las inversiones en pesos netas del pago de impuestos rentaban menos que la inflación de un año. Las Lebac antes de la corrida, rendían en promedio el 25% anual, netas de dicho impuesto la tasa bajaba al 23,75% anual, la inflación anual era del 25,2% y la tasa de devaluación del 30% anual. En dicho escenario el ring raje era cantado.

Restan partir unos U$S 1.000 millones, que podría ser la cifra que tenga que vender el Banco Central esta semana, pero no perder de vista que todos los meses los argentinos atesoran unos U$S 1.500 millones, y los dólares que se van por turismo suman unos U$S 650 millones al mes en promedio. En resumen, la demanda de dólares de mayo está asegurada.

Las reservas reales no lucen elevadas, a saber:

Reservas U$S 56.617 mil. Encajes de los bancos U$S 12.482 mil. Créditos y pases U$S 18.967 mil. Dinero en caja U$S 1.900 mil. ----------------------------------------------------------------- Reservas Reales U$S 23.268 mil.

Como puede apreciarse, dentro de las reservas hay créditos y pases del exterior por U$S 18.967 millones, el dato es tomado de la balanza de pagos a diciembre de 2017, pero esta suma podría ser superior, en ella se contempla el swap chino que nunca se devolvió para transparentar las cuentas del Banco Central. El resto de los datos surge de la última información de reservas al día viernes pasado, y datos del BCRA al 25 de abril de 2018.

Con estas reservas reales, no sería conveniente seguir vendiendo dólares, si quiere detener la corrida, lo mejor es dejar subir el dólar y al mismo tiempo elevar la tasa de interés.

El problema es que, si sube el tipo de cambio, la inflación se dispara, estamos en un escenario de manta corta, si me tapo el pecho se destapan los pies. Los combustibles necesitan ya un aumento del 7% pero lo postergan para satisfacer al gobierno. Pan para hoy y hambre para mañana.

La autoridad monetaria, en lugar de soltar el dólar a la suba, procede a subir las tasas de interés, sin embargo, la gran duda es ¿alcanza con una suba al 30,5% anual?

Desde nuestro punto de vista no, la tasa debería subir a niveles del 35%/40% anual para que los inversores procedan a vender dólares para pasarse a pesos, no hay que perder de vista que este mes opera un gran vencimiento de Lebac, y si no ofrecen una tasa interesante, estos pesos que vencen podrían ir contra el tipo de cambio, algo que produciría otro shock de mercado.

El stock de Lebac asciende a $ 1.141.559 millones y estos son los próximos 3 vencimientos:

16/05/2018 $ 655.986 millones

21/06/2018 $ 225.848 millones

18/07/2018 $ 133.535 millones

En los próximos 3 meses vencen $ 1.015.369 millones que equivale al 89% de los vencimientos totales, y medido en dólares a un tipo de cambio de $ 21,00 suman U$S 48.351 millones, que representan el 85% de las reservas totales.

En primer lugar, necesitamos que el 16 de mayo se renueve la totalidad de estos vencimientos, para ello necesitamos una tasa que luzca atractiva para los inversores.

En segundo lugar, necesitamos renovarlos a un plazo mayor a 30 días, de lo contrario estaremos acrecentando una bola de nieve que todos los meses traerá ruido a la economía.

En tercer lugar, sería prudente que el Tesoro Nacional ayude a bajar la deuda del Banco Central, emitiendo títulos y absorbiendo estos pesos excedentes. Esos fondos deberían depositarse en una cuenta del Banco Nación y no volver a inyectarse en el mercado, ya que si se hiciera estaríamos expandiendo la cantidad de moneda, y esto podría repercutir en los precios.

Conclusión

La tarea que queda por delante es titánica. Hay que ordenar el terrible desorden de haber colocado un impuesto a la renta financiera. En el ámbito financiero el impuesto nunca lo paga el ahorrista, lo termina pagando quien pide dinero, y en este caso el solicitante es el Estado. Nunca hemos visto un impuesto tan tonto como este, si el Estado es el principal demandante de crédito en la economía, como se puede poner un impuesto a sí mismo, que terminaría afectando sus cuentas públicas, ya que se recuda menos de lo que se paga. Casi un cuento de tontos, pero cuento al fin. El gobierno podría decir que tuvo que aceptarlo porque la oposición se lo impuso, debería estar más atento, porque si mañana le dicen tírate al río sin salvavidas y no saben nadar, la reelección 2019 podría ser solo una fantasía en el imaginario PRO.