OTRA VEZ LA SIDE Y FERNANDO POCINO

Perfil denunció que el gobierno utiliza funcionarios y fondos públicos para ensuciar a opositores y medios.
El agente de inteligencia Fernando Pocino, vinculado en sus orígenes al radicalismo y en particular a Enrique “Coti” Nosiglia, anudó excelentes relaciones con el kirchnerismo, cuando fue designando en el Congreso, cargo que le permitió desarrollar un fuerte vínculo con la senadora Cristina de Kirchner. Este personaje que el periodista Tato Young describe a la perfección en su libro SIDE, fue mencionado como el autor de las más groseras operaciones políticas del kirchnerismo ya en el poder. La que en la campaña del 2005 se hizo para acusar falsamente al candidato del ARI Enrique Olivera de poseer una cuenta en Suiza; así como la filtración del legajo de la SIDE del diputado lavagnista Juan José Alavarez. En ambas operaciones apareció también mencionado el titular de la agencia estatal de noticias Martín Granovsky. También apareció involucrado en estas berretas prácticas políticas, otro viejo conocido del radicalismo, el ex funcionario ibarrista Daniel Bravo. La Política Online también recibió en su momento amenazas que fuentes de inteligencia atribuyeron a Pocino y a gente vinculada a la agencia Télam. Lo impunidad que gozan los personajes que de manera cada vez más alevosa hostigan a la prensa independiente, hace imposible pensar que el gobierno nacional es ajeno a las mismas.


A continuación la nota del diario Perfil:



—Hola

—¿Zunino?

—Si, ¿quién habla?

—No importa. Dígame, ¿usted tiene gente en Cariló?

—¿Sí?, ¿por qué pregunta?

—Porque se están perdiendo la nota del momento.

—¿Y cuál sería esa nota?

—En la playa del Cariló Palace, está tomando mate el hombre que organizó la campaña contra el director de su diario. Anote. Fernando Pocino. Malla amarilla. Grandote, alto, pelo cortado a lo Cristobal Colón.

—¿Y cómo sabe que es el hombre que organizó la operación?

—Usted sabrá cómo confirmarlo. Hasta luego.



Esta llamada de un informante anónimo al teléfono fijo del secretario de redacción de PERFIL, Edi Zunino, el miércoles pasado, marca el inicio de una historia que vuelve a poner en foco la sistemática utilización de recursos públicos para perseguir a políticos opositores y operar contra los medios críticos.



El equipo de PERFIL en Cariló encontró al hombre de malla amarilla. Y un conocido suyo confirmó su identidad. ¿Pero quién es Pocino? Es una de las máximas autoridades de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), y está señalado como el artífice de las principales campañas sucias de prensa de los últimos años. Dos de ellas tuvieron como blancos a los principales candidatos a aspirar a la Casa Rosada, Elisa Carrió y Roberto Lavagna.



“Vocero militar”. Hace dos semanas, Buenos Aires apareció empapelada con una publicidad de la revista 7 Días donde se promocionaba una supuesta investigación sobre el director de PERFIL en la que se lo acusaba de haber sido “propagandista de Videla, Massera, Bussi y Galtieri”.



Las carteleras donde se pegaron esos afiches son propiedad del secretario de Medios de la Presidencia, Enrique “Pepe” Albistur. La edición siguiente del semanario insistió con la supuesta investigación. Y durante una semana más, la Ciudad permaneció colmada con los afiches en las carteleras de Albistur.



En ambos casos, sorprendió la dimensión del despliegue publicitario para una revista que vende apenas 12 mil ejemplares, pero en la que abundan los avisos gubernamentales. Este no fue el único indicio de que la tapa de 7 Días fue el resultado de una operación montada desde algún despacho oficial. La carpeta con la información que publicó el semanario habría salido de la Dirección de Reunión Interior de la SIDE, la oficina de Pocino.


El Heladero



Fernando Gonzalo Pocino tiene 46 años. Su DNI –duplicado– termina en 098. Ingresó a la SIDE en los 80, de la mano de Enrique “Coti” Nosiglia. Es radical. Durante el gobierno de Carlos Menem recaló en el Congreso. Allí relató sin tapujos algunas de sus historias como espía. Incluso, que llegó a disfrazarse de heladero para poder espiar. Durante el gobierno de la Alianza fue jefe de Personal de la SIDE y en 2003, fue designado como director de Reunión Interior. Cubrió una vacante que había dejado un enemigo del presidente Kirchner, Gustavo Mango, el hombre que espió a los K durante la campaña de 2002.



Clarita y JJ. Pocino se hizo K y estableció lazos estrechos dentro del Gobierno. Según escribió Horacio Verbitsky en Página/12, fue designado recientemente para integrar el reducido comité de crisis que creó Kirchner cuando desapareció el albañil Luis Gerez. Compartió la mesa chica con el operador presidencial y dueño de un multimedios oficialista, Rudy Ulloa. El respeto de la Casa Rosada se lo habría ganado con las operaciones Clarita y JJ.



En septiembre de 2005, PERFIL reveló que la SIDE, y en especial Pocino, habría participado de la construcción de pruebas falsas contra el candidato a legislador por ARI, Enrique Olivera, para perjudicar la imagen de Elisa Carrió durante la campaña de ese año. Y en septiembre de 2006, Jorge Lanata publicó, también en este diario, que diversas fuentes coincidían en señalar a Pocino como el hombre que sacó a la luz el legajo del diputado Juan José Alvarez sobre su paso como empleado de la SIDE entre 1981 y 1984. Por esos días, Alvarez era una de las cuatro caras visibles de las negociaciones de Roberto Lavagna para instalarse como candidato a presidente.



Ambos relatos sobre las operaciones describen un modus operandi en común: las “carpetas” salieron de la SIDE e hicieron una escala en Télam antes de llegar a los medios.



En noviembre de 2005, la revista Noticias reveló que la agencia que preside el ex secretario de Redacción de Página/12 Martín Granovsky, había accedido a la denuncia que involucraba a Olivera en supuestas operaciones de lavado de dinero, incluso antes de que ésta llegara a la Oficina Anticorrupción.



Y un año más tarde, según relató Lanata, el legajo de Alvarez que habría desempolvado Pocino, llegó también a manos de Granovsky, quien a su vez se lo habría acercado a su sucesor en Página/12, Ernesto Tiffenberg.



Los méritos de Pocino como agente K tendrían además un antecedente más remoto: la caída del ex comisario Jorge “Fino” Palacios, quien dirigió la Unidad Antiterrorista cuando Cristina integraba la comisión de seguimiento del atentado a la AMIA, quienes al parecer habrían protagonizado un fuerte cruce en una reunión de la comisión. Según Noticias, y ya en tiempos de Kirchner, “alguien distribuyó unas escuchas donde Palacios hablaba con un reducidor de autos (...) ¿Por dónde salió el brulote contra Palacios? En Página/12, firmado por Granovsky”.



Carpetas. El informante anónimo volvió a llamar PERFIL, ayer. Esta vez, al celular de Zunino.



—Hola

—¿Zunino?

—Sí, ¿quién habla?

—¿Usted siempre pregunta lo mismo? ¿Y?, ¿lo tienen?

—Sí. ¿Pero, por qué dice que Pocino organizó la operación?

—Anote. La carpeta F76/77 hizo este recorrido: SIDE, Télam, Medios. Salió en noviembre.

—¿Me dice que hay una carpeta sobre Jorge Fontevecchia?

—Zunino, todos tenemos carpeta... Chau. Cuídense.