Legislatura

La familia de Pérez Volpin apuntó contra Galeno y el endoscopista

"No fue muerte natural. Hubo negligencia o impericia", dijo el abogado de la familia. Acusó a la clínica de "mentir".

La familia de Débora Pérez Volpin acusó al Sanatorio de la Trinidad, perteneciente a Enrique Fraomeni, de "mentir" sobre el estado de la periodista y legisladora que falleció trágicamente durante una endoscopía. Además acusaron a la empresa de intentar entorpecer la causa. 

"El informe es claro. No fue muerte natural. Acá hubo negligencia o impericia. Pediremos que se los indague al endoscopista y a la anestesista", adelantó al abogado Diego Pirota.

Su pareja, Enrique Sacco, junto a Pirotta repasaron los resultados de la autopsia y fueron muy críticos con la actuación del ex juez de la causa Gabriel Ghirlanda, quién ayer renunció al juzgado que subrogaba. La dimisión del magistrado, un día antes de que se conocieran las pericias, resultó sospechosa.

Pirota habló de una "perforación instrumental del esófago" y recalcó que Pérez Volpin "no tenía ninguna hepatitis, no se detectaron patologías preexistentes", como habían asegurado desde la clínica en un comunicado que se dio a conocer pocas horas después de la muerte de la legisladora de Evolución.

"Les mintieron a los familiares porque no les dijeron que ya sabían", sostuvo el abogado acerca de la actitud de los médicos del Sanatorio de la Trinidad de Palermo. "Ellos ya habían hablado con los profesionales, pero no explicaron nada, mintieron cuando dijeron que tenían una hepatitis importante", agregó.

Por ahora en la familia apuntan contra el endoscopista. "No vio el momento en que produjo la lesión y siguió con el procedimiento insufló una enorme cantidad de aire", afirmó Pirota. El abogado aseguró además que nunca pudieron ver las filmaciones de la intervención porque el endoscopio utilizado no registraba las imágenes, aunque sospechan que el instrumental fue cambiado.

Según pudo saber LPO una de las hipótesis que manejan los investigadores tiene que ver con una combinación entre mal funcionamiento del instrumental médico y un acto imprudente por parte del médico.

Al no funcionar insulflsción del endoscopio (el motor que insufla el aire) correctamente el endoscopista podría haber conectado el aparato a la salida del aire comprimido de la mesa de anestesia. "El problema es que esa válvula reductora entrega aire comprimido a una potencia mucho mayor que el endoscopio. No se puede usar para lo que se te cante, menos para insuflar un estómago", explicó un profesional a LPO.

"Un perito de Galeno intentó intervenir para entorpecer la causa", acusó Pirota quien puso el acento en la modificación "del cuadro respecto a las pruebas".

LPO había adelantado en febrero que una de las versiones más fuertes era que la legisladora había fallecido por una dificultad con la endoscopía que derivó luego en una perforación de esófago. "Es un cuadro muy grave por forzar el endoscopio, puede haber sido imprudencia. En ese caso es responsabilidad del endoscopista, no del anestesiólogo", explicó un médico que prefirió mantener el anonimato.

En ese caso se rompe el esófago que es el "tubo" que lleva comida hacia el estómago. Una perforación esofágica puede producir un enfisema subcutáneo: el aire se sale y circula debajo de la piel y el paciente resulta muy complicado de intubar.

"Yo hice todo lo que tenía que hacer y lo hice bien", habría declarado la anestesióloga que estuvo a cargo del procedimiento según relató su abogado.

"No tenemos rencores, no tenemos sed de venganza, solo queremos la verdad. Cuando se habla de excelencia médica se tienen que tomar los recaudos necesarios", destacó Sacco.