Narcotráfico

La sentencia a Los Monos dejó en evidencia la inacción de la justicia federal

Recién este año la justicia federal pidió elevar a juicio a sus integrantes por narcotráfico.

Por primera vez en la provincia de Santa Fe, una de las bandas más violentas, vinculadas al narcotráfico, que regó de sangre la ciudad de Rosario fue llevada a juicio oral que comenzó el 21 de noviembre y el día de hoy fueron condenados 19 de los 25 acusados por asociación ilícita y homicidios.

En las casi cuarenta audiencias que duró el proceso oral declararon más de 200 testigos que comprometieron a los integrantes de la banda narcocriminal. De los 25 acusados, trece eran policías (uno de ellos, Raúl Gómez, de la Federal). A nueve de ellos le dictaron entre seis y cinco años de prisión efectiva mientras que el resto fue absuelto.

Lo cierto es que a principios del 2015 la provincia había impulsado el juicio abreviado para Los Monos quienes habían aceptado penas de entre tres a nueve años. El entonces candidato a gobernador por el oficialismo, Miguel Lifschitz, salió al cruce de la idea en medio de la campaña y finalmente se terminó realizando el proceso oral que hoy tuvo su sentencia con condenas altas.

Las principales penas la recibieron los cabecillas que van desde los 37 años de prisión para Ramón Machuca -alias Monchi Cantero- 22 para Ariel Máximo Cantero -el hermano del asesinado Pájaro- y seis para Ariel "Viejo" Cantero -fundador del clan- entre las 19 condenas que el tribunal impartió.

Sin embargo, la principal deuda que dejó al descubierto el juicio oral apunta a la justicia federal. Recién a fines del mes pasado, la Fiscalía 3 de Rosario pidió que se eleve la causa a juicio por el tráfico de estupefaciente en una investigación que se inició en noviembre de 2014.

El mismo ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, en declaraciones a medios locales señaló que "la deuda pendiente no es por los delitos provinciales. La tiene la Justicia federal, porque más allá de los delitos en la provincia, cometían delitos federales" en relación al narcotráfico.

Es que los dos jueces federales de primera instancia del fuero penal, Marcelo Bailaque y Carlos Vera Barros, vienen siendo cuestionados por distintos sectores políticos y judiciales por la falta de avances en las causas vinculadas al narcotráfico en una ciudad de Rosario.

De hecho, los propios fiscales federales se han quejado de los jueces en más de una oportunidad por haberles negado operativos o impedir la unificación de causas para lograr mejores resultados.

A modo de comparación, en el juzgado Federal de Reconquista -que a diferencia de Rosario es multifuero; es decir penal, civil, laboral, amparos y que tiene 12 empleados- desbarataron tres organizaciones narcos, se hicieron 23 allanamientos y hubo 20 detenciones, según fuentes judiciales.

En el Ministerio de Justicia de la Nación están al tanto de los reproches por las inacciones que pesan en el fuero federal rosarino cuando, precisamente, se están definiendo las dos vacantes de Vocal en la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, uno para la Sala A y otro en la B.

En la primera terna quedó el cuestionado juez Marcelo Bailaque seguido por Marcelo Del Teglia y Daniel Alonso mientras que en la segunda terna se ubicó María del Carmen Romero Acuña, en segundo lugar Silvina Andalaf Casiello y tercero, Florentino Malaponte.

Bailaque nació y se formó en derecho en Rosario pero en los 90 se mudó a Caleta Olivia, Santa Cruz, donde llegó a juez de primera instrucción. En 2008 volvió a su ciudad natal como titular del Juzgado Federal N° 4, un antecedente que no cae en gracia dentro de Cambiemos.

Además, según pudo saber LPO, el senador Omar Perotti puso el grito en el cielo cuando se enteró que en las ternas se encuentra la santafesina María del Carmen Romero Acuña, pareja de Miguel Piedecasas, presidente del Consejo de la Magistratura, quien se excusó de votar al momento del concurso sin dar mayores explicaciones.

"Denuncian el nepotismo y resulta que ahora quieren promover a la mujer de Piedecasas" se quejó el rafaelino. Las ternas están en poder del Ministerio de Justicia nacional que deberá mandar dos pliegos al Senado para que se apruebe y temen que Perotti haga un escándalo con el tema.