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Christine Lagarde se distanció de la ortodoxia y respaldó el gradualismo de Macri

La directora del FMI apoyó la baja progresiva del gasto público y la baja de las cargas laborales.

La titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christina Lagarde, vino a Buenos Aires para la Cumbre Ministerial del G-20 que tendrá lugar la semana próxima y, aprovechando su visita participó de un panel en la Universidad Torcuato Di Tella junto con el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne.

Con la moderación del rector de la Universidad, Ernesto Schargrodsky, los panelistas abordaron temas de la agenda del G-20 y sus aspectos locales y globales. Mientras Lagarde adelantó que el mundo sigue por un camino de crecimiento sostenible, Dujovne precisó las medidas tomadas para garantizar que la Argentina siga creciendo en los próximos años.

En este sentido, Lagarde detalló que una de las principales dificultades para el crecimiento es la desigualdad económica que viene creciendo en muchos países que "pesa sobre el crecimiento y amenaza el contrato social", por lo que celebró las iniciativas que enumeró Dujovne por reducir el gasto público sin recortar el gasto social.

En este sentido, también se detuvo en el punto planteado por el ministro sobre la baja de impuestos sobre el trabajo. Dujovne explicó que al reducir gradualmente hasta cero las cargas sobre los primeros $12.000 del sueldo, facilita registrar a los empleados en relación de dependencia de menores ingresos, que es el grupo en el que mayor informalidad se registra.

La titular del FMI enfatizó que esto también permite reducir la desigualdad y en este sentido se mostró a favor de la iniciativa. Acto seguido, Dujovne reiteró la propuesta de Blanqueo Laboral que el Congreso no aprobó el año pasado y que permite reconocerles la antigüedad a los trabajadores no registrados sin penalizar a los empleadores.

Consultada por el público acerca de su posición

 frente al gradualismo, Lagarde se detuvo a recordar que ella está en el país para participar de la Cumbre Ministerial del G-20 y que no está en calidad de acreedora porque Argentina no le debe dinero al FMI. Y luego se mostró a favor del gradualismo de Macri y se diferenció de la ortodoxia económica que reclama ajustes mediante shocks.

"Los economistas ortodoxos podrían argumentar que sería mejor que se haga más rápido, pero en tanto haya decisión y voluntad y se reduzca en un punto el déficit fiscal primario sería un gran logro también", aseguró la titular del FMI quien incluso dijo que "Para los economistas pragmáticos no es así y puede decirse que lo que se hace es darle tiempo a la población a absorber los cambios".

Incluso, Largarde se mostró disconforme con el término "gradualismo" porque "no es algo a medio hacer, sino que la determinación de política es clara".

A su vez, la francesa se permitió reiterar unas palabras que enunció en castellano en su paso por Paraguay: "Tenemos un Fondo Monetario muy diferente", disparó para aclarar que su perspectiva de la economía mundial está más preocupada por generar las bases para el crecimiento sostenido, pero que ya no está tan alineado con los primeros lineamientos del Consenso de Washington.

"Cuando está soleado es el momento de hacerle arreglos al techo", ejemplificó Lagarde respecto de las políticas estructurales que impulsa en todo el mundo y que se centran en tres ejes: reforzar la productividad, reducir la desigualdad y tomar medidas prudenciales para evitar riesgos que se ven "en el horizonte".

En este sentido, calificó de "remarcable" e "importante" el Pacto Fiscal que Dujovne impulsa y que hará, como dijo el ministro, que: "En 2020 ninguna provincia va a tener déficit fiscal".