Senado

Yoma intenta despejar el camino en la justicia para ser embajador en Perú

Presentó una queja ante la Corte Suprema. Cambiemos y el peronismo respaldarían su retorno a la diplomacia.

Jorge Yoma está de vuelta: el Gobierno lo propondría en las próximas horas como embajador en Perú, con la certeza de tener el respaldo del peronismo para aprobar su pliego en el Senado.

Sin riesgos en la negociación política, el ex legislador pasó la semana gestionado en Tribunales cómo limpiar su prontuario, que aún lo encuentra imputado en una causa por enriquecimiento ilícito y prevaricato.

El riojano presentó el miércoles un recurso de queja ante la Corte Suprema para pedir la nulidad, un planteo que ya hicieron sin éxito sus abogados unos años antes.

Alegaron que ya fue sobreseído por una causa similar en el juzgado riojano de Chilecito y por lo tanto no puede ser juzgado dos veces por los mismos hechos.

Yoma está imputado por enriquecimiento ilícito y prevaricato y pide anular la causa porque fue sobreseído de una similar en La Rioja. En 2012 se peleó con Cristina Kirchner y fue acusado por supuestas irregularidades cuando fue embajador en México, con un perjuicio fiscal de más de 4 millones de pesos. 

Pero la Cámara Federal ordenó continuar la causa, iniciada por una denuncia de de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) en 2004.  Y  el juez Sebastián Casanello nunca consiguió el expediente riojano, porque sus colegas le dijeron que se perdió. 

Así las cosas, en los registros oficiales Yoma figura como imputado y es lo que intenta borrar a la fuerza.

Si lo logra no debería tener problemas para asentarse en Lima, porque aún conserva amigos en el bloque de Miguel Pichetto, que integró hasta 2005. Entre los oficialistas, además, tiene quien lo defienda: el radical Julio Martínez, en carrera por la gobernación de La Rioja, es su primo.

Yoma ya tuvo un paso por la diplomacia como embajador en México entre 2006 y 2009. Retornó para ser diputado nacional del Frente para la Victoria y en 2012 rompió con el kirchnerismo por negarse a votar una ley que le quitaba los fondos judiciales al Banco Ciudad, ideada para golpear las finanzas de Mauricio Macri, entonces jefe de Gobierno.

"Ahora andá pedirle a Yoma plata para pagar los sueldos", le recriminó Cristina Kirchner al entonces gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera. Macri le agradeció el gesto y ahora se lo retribuiría con una embajada.

"Jorge es rápido y no es de fiar. La propuesta vino del Ejecutivo. Miguel no lo va a rechazar, pero no es una movida de él", se desligaban esta tarde cerca de Pichetto.

El Gobierno tiene otro motivo para protegerlo: es uno de los testigos en la causa que investiga supuesto encubrimiento de Cristina Kirchner a los iraníes acusados de volar la AMIA. Fue a Comodoro Py a relatar pormenores de la sesión en la que votó en contra del memorándum con Irán, aunque no se había ido formalmente del bloque K. 

Pero aun con los votos garantizados, Yoma puede pasarla mal cuando esté frente a frente con los senadores cercanos a la ex presidenta, que impulsó una denuncia por supuestas irregularidades administrativas en la embajada de México.

La acusación la hizo la Cancillería ante la Cámara Criminal y Correccional Federal. Y en un comunicado de 2013 informó que la Sigen había "determinado un presunto perjuicio fiscal por $4.296.167".

En los ámbitos diplomáticos el retorno del riojano, figura histórica de la política contemporánea, sorprendió y mucho porque la actual embajadora en Lima, la diplimática Ana María Ramírez, que había asumido hace sólo siete meses y sería corrida por un dirigente que aún rinde cuentas en Tribunales. 

Con su salida, América Latina se quedaría sin embajadores argentinos de carrera. La próxima cita de Macri en Perú es a mediados de abril, nada menos que para asistir a la Cumbre de las Américas. Tal vez Yoma lo esté esperando.