Mercados

El número es 23

El mercado te lleva a un dólar de $23,00 y 23% de inflación.

El REM (Relevamiento de Expectativa de Mercado) nos muestra la expectativa de mercado para los años 2018 y 2019, los datos vertidos en el cuadro para el año 2020 solo expresan la inflación esperada del REM mientras que el resto de los valores son proyecciones en función del patrón de pronósticos realizados para los años 2018 y 2019.

Si los pasivos se comparan con las reservas reales el tipo de cambio de equilibrio es $ 42,67. Esto habla de la debilidad de nuestro sistema financiero y reservas. No veo este escenario, pero es bueno marcarlo como referencia.

Conclusión

1) Vemos un dólar a la suba, producto del efecto no deseado de los problemas para colocar deuda en el exterior y el encarecimiento de la tasa de interés internacional. El dólar debería ir a la zona de $ 22,00 a corto plazo, el BCRA a través de los bancos oficiales tratara de vender a $ 20,00 para que no supere dicho valor, pero si llegase a perder en la corrida más de U$S 500 millones se dará por vencido y buscara un nuevo precio de equilibrio. No se pueden perder dólares deteniendo una corrida, cuando ya sabemos que tendremos menos exportaciones de granos en abril y mayo.

2) Las tasas de las lebac no pasaran del 26,8% anual. Con este nivel de tasa lo más conveniente sería arbitrar por bonos en pesos con mayor tasa como el PR15, o bien colocarse en bonos en dólares, bonos cortos como el Bonar 2022 rinden el 5% anual. Bonos largos como el bono a 100 años al 7,5% anual muestra rendimientos muy buenos.

3) En este escenario las acciones seguirán bajando. No obstante, una devaluación del dólar nos podría colocar en un cambio de portafolio de acciones, ya que las empresas exportadoras tendrías un plus de utilidad sobre el resto, y se convertirían en las nuevas gangas del mercado. Las otras gangas serían las empresas que el gobierno debería privatizar para cerrar los números fiscales, pero te lo dejo para otra nota.

4) El efecto I + D (inflación y devaluación) podría empujar a la economía, ayudaría a las economías regionales, y generaría una mayor actividad en los centros urbanos. Muchos inversores desempolvarían los dólares guardados para comprar autos y propiedades. El campo se beneficiaría, tendría un mejor dólar, suba de precios internacionales y menos retenciones. Los que producen carnes tendrían un mejor precio para exportar. Los industriales tendrían menos competencia de productos importados. Por allí el año 2018 termina siendo bueno, ¿Quién te dice? A lo mejor están pensando en esto en la Jefatura de Gabinete.