España

Puigdemont no logra asumir y los independentistas quedan al borde de la ruptura

Un hombre de Junqueras en el Parlament aplazó la sesión de investidura y desató fuertes protestas.

La decisión del presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, de aplazar -sin fecha concreta- la sesión de investidura de Carles Puigdemont dejó a los independentistas al borde de la ruptura, en una nueva complicación para la formación del nuevo gobierno.

Torrent pertenece al partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)del ex vicepresidente Oriol Junqueras, actualmente preso y con una relación de tensión con Puigdemont. El ERC tenía intenciones de comandar el gobierno pero en las elecciones de diciembre Junts x Cataluña (JxC) logró más escaños y quiere imponer al ex presidente, exiliado en Bruselas.

Pero la Justicia española no le permite a Puigdemont asumir a la distancia (tras un recurso presentado por el gobierno de Mariano Rajoy) y si regresa a España será detenido. Este mismo martes el Tribunal Constitucional rechazó una apelación del líder catalán para dejar sin efecto la decisión de impedirle la asunción telemática.

Ante este escenario, Torrent decidió aplazar la sesión de investidura (aparentemente lo contrario a lo que había acordado ayer con sus socios) a fin de obtener garantías judiciales de que se podrá formar gobierno "sin injerencias", y aclarando que mantiene el respaldo a su aliado. "No voy a proponer ningún otro candidato a la investidura. El presidente Puigdemont tiene todo el derecho a ser investido", aclaró el titular del Parlament. 

Pero el aplazamiento no cayó nada bien en el partido de Puigdemont y tampoco en la CUP, otra fuerza secesionista. El JxC se quejó porque la decisión de Torrent no había sido "ni consultada ni comunicada previamente", y le pidió celebrar la sesióncomo estaba previsto, algo que no sucedió.

El ERC salió luego a aclarar que Torrent (a quien Rajoy amenaza con llevar a la justicia por desobediencia si le toma juramento a Puigdemont) llamó por teléfono al ex presidente hasta en cinco ocasiones para informarle de su decisión, pero que no pudo contactarse.

Roger Torrent

La situación también generó una fuerte protesta de seguidores de Puigdemont (la mayoría con caretas del ex presidente) en las inmediaciones del Parlament, incluso llegando a superar el vallado dispuesto por la Policía lo que provocó una fuerte tensión, aunque no pasó a mayores.

La decisión de Torrent levantó sospechas de unajugada del sector de Junqueras para complicar la asunción de Puigdemont lo que a futuro podría favorecer al líder del ERC. Por eso Torrent se esmeró en sostener la postulación del ex presidente: "No me voy a mover a pesar de las amenazas e iré hasta el final para defender los derechos de Puigdemont".

Como sea, se trata de otro punto de fuerte tensión entre los diferentes partidos independentistas, que comenzaron a mostrar sus desavenencias durante la campaña para las elecciones y tras la decisión de Puigdemont de huir del país, a diferencia de Junqueras que se entregó a la justicia.

Además de JxC y la CUP, Torrent también fue cuestionado por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), principal organización civil independentista, que lideró la movilización en el Parlament. "No aceptaremos ningún paso atrás de nuestras instituciones en la defensa del mandato del pueblo de Cataluña y en la defensa de los miembros de estas mismas instituciones", sostuvo la ANC en un comunicado.

La protesta en el Parlament