La Matanza

La Universidad de La Matanza quedó en el fuego cruzado de Espinoza y Finocchiaro

El peronismo acusa al rector, Daniel Martínez, de jugar a favor de la candidatura del ministro.

La pelea para gobernar el bastión peronista de La Matanza ya arrancó y tiene dos protagonistas: el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, y el ex intendente Fernando Espinoza, que esta semana lanzó un nuevo round que dejó a la universidad en el centro de la disputa.

En medio del debate por el Presupuesto 2018, Espinoza pidió fondos para la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y desde la comunidad educativa lo destrozaron. Sin embargo, en el entorno del matancero aseguraron a LPO que el rector de la casa de estudios, Daniel Martínez, juega para Finocchiaro, ya lanzado como candidato a la intendencia y con la ambición de ser el primer macrista que logre desembarcar en el territorio más fiel a Cristina Kirchner.

En rigor, esta pelea puntual entre Espinoza y Finocchiaro se da por la sede de González Catán, un edificio que costó 200 millones de pesos y se encuentra terminado pero no se usa. Durante su discurso, el ex intendente pidió 120 millones de pesos para poder contratar el personal académico y que la universidad funcione.

Fuentes del kirchnerismo aseguran que después de hablar en el debate por el Presupuesto 2018, hubo una conversación entre Espinoza y el jefe de bloque de Diputados del PRO, Nicolás Massot, en la que el macrista fue explícito: "Finocchiaro no quiere saber nada con abrir esa sede".

En Matanza dicen que todo esto es parte de una operación política de "baja calaña", que busca que esa sede quede inhabilitada y se vuelva un "edificio fantasma K". 

El principal argumento del Gobierno para no darle a La Matanza esos fondos es que la sede nunca tuvo el reconocimiento final de sus autoridades ni un "proyecto académico".

La secretaria de Ciencia, Tecnología y Políticas Educativas de La Matanza, Silvina Gvirtz, se encargó de desmentir eso a LPO al explicar que el "proyecto académico" no fue realizado porque la idea original era que en esa sede funcionaran los cursos de ingreso y de los primeros años para que luego los alumnos pasaran a la sede de San Justo.

Gvirtz explica que eso había sido acordado entre el municipio y Martínez, al igual que los fondos que reclamó Espinoza, que eran los que pedían desde la propia casa de estudios. La funcionaria envió a LPO algunos mails y mensajes de WhatsApp que intercambió con autoridades de la universidad que refleja que existieron esos contactos.

Después del discurso de Espinoza, la UNLaM publicó un comunicado -difundido este jueves por varios medios- en los que acusaba al ex intendente de usar el tema para obtener un "rédito político" y aclaran que esa sede no forma parte de la estructura de la universidad.

"El legislador reclamó fondos para la apertura de un anexo de la UNLaM en González Catán que nada tiene que ver con la administración de esta Casa de Altos Estudios, en un intento de adjudicarse los fondos destinados al funcionamiento de esta institución que únicamente cuenta con su sede central en San Justo y otra en CABA. Si este intento prosperara, el normal funcionamiento de esta Universidad se vería seriamente perjudicado", advirtió Martínez en un comunicado que firmó la UNLaM.

Consultado por LPO, Espinoza aseguró que comenzó a dialogar con Martínez en 2012 sobre el edificio de González Catán y desmintió que el rector no supiera que la idea era que funcionara como una sede de la UNLaM. 

"Cuando dejé la intendencia en 2015 el edificio estaba en 90 por ciento terminado y Magario lo finalizó. Está completamente listo y es el segundo año que venimos a pelear por su presupuesto", lanzó Espinoza. 

En contraste, fuentes de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación salieron a responderle a Espinoza que las ofertas académicas de sedes y subsedes las deciden las universidades en el marco de "sus autonomías, sus posibilidades académicas y presupuestarias y su plan de desarrollo institucional en el marco de sus políticas de expansión". Por eso dicen que "no es algo que solo se pueda resolver con la construcción de un edificio y el interés de las autoridades municipales" sino que requiere de un análisis serio en el marco de lo anteriormente planteado.

En La Matanza insisten en que este año se inscribieron 24 mil alumnos de los cuales sólo pueden ingresar 4 mil y que la inauguración de ese edificio es fundamental para extender el derecho a la educación de los matanceros.