Economía

Cómo sigue la película económica

El gobierno ahora va por el presupuesto, la reforma tributaria, el pacto fiscal y la ley de responsabilidad fiscal.

El gobierno aprobó la reforma previsional, y ahora va por la ley de presupuesto 2018, la reforma tributaria, el pacto fiscal y la ley de responsabilidad fiscal. Todas estas leyes deberían reordenar las cuentas fiscales argentinas en el año 2018. Sin embargo, los desafíos que el gobierno tiene por delante son difíciles de cumplir.

Déficit fiscal del 3,2% del PBI en el año 2018.Con todas las concesiones que se realizaron a las provincias, y el dinero concedido para aprobar las leyes, luce muy poco probable que esta meta se pueda cumplir.

Parece paradojal, pero mientras la izquierda acusa al gobierno de neoliberal, los verdaderos liberales acusan al gobierno de socialista. No hay en el presupuesto 2018 un escenario de baja de gasto público, no vemos una fuerte reactivación económica, y en este contexto será difícil recaudar en un año de vacas flacas.

Los motores del crecimiento 2018, por ahora están apagados. No tenemos un buen clima para una cosecha record, los precios de las materias primas son iguales a los que obtuvimos en los últimos 3 años, y la rentabilidad empresarial se evapora con la suba de costos en dólares. Brasil no reactiva y hacia mediados de año las elecciones presidenciales traerán más incertidumbre al escenario económico. El consumo está muy bajo, y nada hace prever que se recupere el año entrante. Si bien las inversiones en infraestructura, construcción y minería son relevantes, no hacen que el PBI crezca más del 2,5% anual. En conclusión, año difícil el que tenemos por delante.

La desinflación no llega. El Banco Central ha perdido la batalla contra la inflación. Los tres enemigos han sido a saber:

1) El déficit fiscal que genera tesorería, que es de $ 400.000 millones al año.

2) La fuerte suba de las tarifas públicas y combustibles.

3) La falta de inversión en el país, lo que implica que no hay posibilidades de mejoras de productividad y competitividad, la suba de costos va todo a precio.

En el año 2018 no vemos una llegada masiva de inversiones, las empresas tienen poca utilidad y no hay reinversión. En el escenario actual las medias de los analistas de mercado ven una inflación del 16,6% anual, los políticamente correctos creen que estará entre el 18% y 20% anual. En privado muchos ven para el año 2018 la misma inflación que en el año 2017.

Con el actual tipo de cambio el gobierno solo tendrá como resultado más déficit de balanza comercial y servicios, lo que implicaría un elevado déficit de cuenta corriente que lo obligará a tomar más financiamiento externo y consecuentemente una apreciación el tipo de cambio.

Este escenario esta trazado pensando que el mundo te va a financiar hasta el infinito. El año 2018 estará plagado de sorpresas, hay elecciones en América Latina, probable suba de tasas en el mundo y eventuales eventos impredecibles en el escenario económico mundial.

Comprando un dólar a $ 17,80 nadie cree que puede perder en un horizonte de 12 meses, te diría que están dadas todas las condiciones para ganar.

El haber aprobado la reforma previsional es solo el primer paso para un conjunto de reformas que implicaran un duro ajuste a la economía argentina. Si no pensamos estas reformas con la eventual posibilidad de que los negocios crezcan, son solo reformas, no se sale de la crisis, hace falta que lleguen inversiones y negocios.

Las empresas en su gran mayoría carecen de rentabilidad, nuestras exportaciones están cerradas por un tipo de cambio que nos saca del mercado mundial. Las importaciones son un gran negocio, Brasil no paran de traer mercadería a nuestro país, y los argentinos veranean masivamente en el exterior. Llegan más dólares para especular que para producir.

Si el gobierno no hace foco en estos problemas, todas las reformas logradas le habrán generado un gran desgaste político, sin resultados económicos a la vista. Los cacerolazos de ayer fueron una muestra cabal de que la gente no quiere el ajuste, tampoco la medicina Kirchnerista, si no hay una recuperación económica sostenida la sociedad demandara soluciones, y se abrirá un nuevo escenario político en el país.