Diputados

La oposición apeló a la técnica de los filibusteros para demorar el debate

Hicieron 36 cuestiones de privilegio y anotaron 100 oradores. La sesión podría terminar de mañana.

A las 19 horas, cinco después de lo previsto, Cambiemos pudo empezar a tratar la reforma previsional en la Cámara de Diputados, con el esperado discurso de Eduardo Amadeo, que será recordado por haberse cargado al hombro la ley en la Comisión de Previsión Social.

Desde las 14.15 la sesión se pasó en "cuestiones de privilegio", una facultad reglamentaria para que los diputados expongan durante 5 minutos sobre un tema que afecte a sus fueros, pero que esta tarde la oposición usó para estirar la sesión con la esperanza de frustrarla.

Se la conoce como la técnica de filibusterismo, habitual en Estados Unidos, y consiste en intentar agotar a los legisladores para que alguno se vaya y la votación final tenga un final inesperado.

En este caso, la esperanza es que de madrugada Cambiemos no reúna los 129 necesarios para la mayoría, aunque con el acuerdo con los gobernadores parecería imposible.

Con el kirchnerismo y la izquierda como estandartes, la oposición siguió filibusteriando y pidió 36 cuestiones de privilegio. 

Las primeras fueron por la represión en la fallida sesión del jueves, cuando ni siquiera se salvaron 7 diputados del Frente para la Victoria, fue el tema preferido para demorar el inicio del temario.

Pronto se supo que afuera del Congreso los enfrentamientos entre policías y manifestantes habían vuelto y que por lo tanto era oportuno pedir cuestiones de privilegio para repudiarlas.

Varios diputados del Frente para la Victoria-PJ, como la cordobesa Gabriela Estévez, admitió que su idea original era hablar de otra cosa (en este caso, de la desaparición del submarino Ara San Juan), pero prefería abocare a los incidentes. O sea, el plan de hablar mucho estaba en carpeta.

No es algo nuevo: este año hubo hasta 3 horas de cuestiones de privilegio y Emilio Monzó, cuando fue reelegido presidente, anticipó que buscaría limitarlas. Le va a costar.

Luego de tres intentos fallidos por frenar la sesión, la oposición no abandonó la filibustería y anotó a todos los oradores posibles para el debate de la reforma previsional. Había 100 inscriptos, aunque en Cambiemos decían que 40 eran propios y buscarían acortar la lista.

De cumplirse el cronograma previsto, la reforma previsional se aprobaría no antes de madrugada y si el oficialismo no reduce su lista podría ser recién a las 9 horas. Deberían hacerlo y cuidar que no se le vaya nade.

El temario de la sesión incluye reforma tributaria y el revalúo impositivo, aunque no descartan posponerla para el jueves, cuando la Cámara prevé reunirse para debatir el presupuesto y el pacto fiscal. Depende de los tiempos.