Diputados

Suma tensión por la seguridad en el Congreso para la sesión del lunes

Reducen la cantidad de empleados que tiene que ir. Habría un acceso especial para los diputados. La denuncia de los K.

Ni bien se confirmó que el lunes habrá sesión para sancionar la reforma previsional, referentes de todas las fuerzas políticas comenzaron a averiguar cómo será el operativo de seguridad para evitar desmanes.

No tardaron en aparecer algunas medidas que tomaría Emilio Monzó en las próximas horas, como declarar un asueto parcial, para que sólo asistan los empleados necesarios para la sesión, como es habitual cuando asiste el presidente.

Para garantizarlo, cierran el jardín de infantes que funciona en el edificio anexo, o sea, no habrá madre con chicos que deban cruzar el celoso cerco de seguridad.

Otra medida que habría sería garantizar un acceso exclusivo para diputados. Se habla de la puerta de la calle Combate de los Pozos, que suele convertirse en la principal en jornadas de eventos.

Cerca de Monzó aseguran que no intervino en el operativo de seguridad de la gendarmería y la policía federal, que sumó también efectivos de la policía de seguridad aeroportuaria. El lunes sólo habrá policía porteña. 

Los diputados de Cambiemos creen que el presidente de la Cámara pidió seguridad, pero no imaginó semejante despliegue y mucho menos la orden concreta de reprimir, si es necesario a los propios diputados.

"Nosotros no somos conocidos. No nos va a pasar nada", especuló la macrista Silvia Lospennato, en la reunión de bloque de la noche del miércoles.

No todos coincidían. Desde el martes, cuando fue la caótica reunión de comisión, supuestos de jubilados merodeaban por el Congreso e insultaba a diputados de Cambiemos que identificaban, en la mayoría de los casos por la televisión.

Waldo Wolff, por ejemplo, fue a la sesión en casco y moto por las dudas. Y muchos de sus pares aparecieron temprano, cuando la tensión no había llegado.

Diputados de todos los bloques quedaron preocupados por la incapacidad de los gendarmes para reconocerlos, porque el Ministerio de Seguridad y el gobierno de la Ciudad no se preocuparon en garantizar un protocolo específico a su personal.

"Cuando vino Barack Obama el FBI identificaba a cada legislador y les daba acceso especial. Es una locura que (la ministra Patricia) Bullrich no logre un protocolo tan básico", repetían.

Monzó también se sorprendió. Ni bien supo que había colegas sin poder ingresar fue junto al director de Ceremonial a colaborar, pero la actitud de los gendarmes no era la mejor.

Los empleados de la Cámara de Diputados identifican a los diputados y hasta se habían tomado el trabajo de repasar caras y nombres de los recién asumidos. Pero el problema estaba afuera.

El lunes no faltarán repudios del kirchnerismo a Monzó por el férreo operativo. De hecho, esta tarde los referentes del bloque presentaron una denuncia penal para conocer quién ordenó el operativo de seguridad. Recayó en la fiscalía de Gerardo Pollicita y el juzgado de María Servini de Cubría. No tenían muchas esperanzas.