Diputados

Pese a la presión de la CGT, Monzó confía en sancionar la reforma jubilatoria antes de fin de año

Pautó una sesión para la última semana. Los partidos provinciales y los gobernadores del PJ, claves.

Emilio Monzó cree que no tendrá problemas en sancionar la reforma previsonal este año, con la ayuda de los diputados cercanos a gobernadores de todas las fuerzas políticas, que ya fueron claves para aprobarla en el Senado.

Pero aún así la votación de la Cámara alta dejó un sinsabor para la Casa Rosada: si bien se alcanzó la mayoría, sólo sobraron 6 manos alzadas y resonó el rechazo de peronistas sin vínculo con mandatarios provinciales, pero tampoco empleados de Cristina Kirchner.

"Van a entender que no nos maneja nadie y tienen que llamarnos. No nos vamos a volver a nuestra provincia bajándole a los jubilados así nomás", bramó uno de ellos a LPO.

Con el aporte de los partidos provinciales que apoyaron la reforma en el Senado, Cambiemos quedaría a 4 votos la mayoría. Los gobernadores del PJ ayudarían con varios más. 

Miguel Pichetto quiso contenerlos cuando en su discurso de cierre le exigió al Gobierno "que explique lo que hace" porque "leyes así no pasan más". No esperaba una fractura tan grande.

Lo cierto es que la reforma previsional se aprobó  por una presión final de Rogelio Frigerio, que aseguró votos de formoseños y pampeanos con telefonazos a Gildo Insfrán y Carlos Verna.

En Diputados no debería pasar esos aprietos.  Cambiemos tendrá 108 votos seguros, más los aliados Martín Lousteau y Carla Carrizo.

Y con repetir el aporte de los partidos provinciales que apoyaron la reforma en el Senado quedaría a sólo cuatro de la mayoría, porque sumaría seis santiagueños, cinco cordobeses y cuatro misioneros.

El resto debería aportarlo sin problemas el Bloque Justicialista, que confía en saltar de 17 a 25 diputados y aunque no lo logre, el puñado de diputados cercanos a gobernadores que permanezcan en el FpV podrían desmarcarse si lo piden sus jefes. 

"El bloque kirchnerista será numeroso, pero cada vez menos monolítico", repiten en el oficialismo. Formoseños, tucumanos y catamarqueños cumplirían con esa premisa, si copian a sus coterráneos del Senado.

De todos modos, la ferviente oposición a la reforma del kirchnerismo, con Agustín Rossi presente en la marcha de Moyano y las CTA, no les hará fácil desmarcarse y tal vez aprovechen el escenario favorable para pedir una abstención.

También podría complicar la sesión las denuncias sobre una supuesta inconstitucionalidad de la ley por su aplicación retroactiva. Algunas voces oficialistas especulaban con una corrección para un remate final del Senado, pero la tensa sesión de este miércoles no permite imaginar esa secuencia. De ser necesario, Macri lo arreglará con la reglamentación, como hace siempre en estos casos. 

Los 18 diputados del Frente Renovador votarán en contra y ya no esperan más gestiones para seducirlos.

La agenda de diputados terminó de definirse este viernes y la última sesión será días antes de fin de año, el 27 y 28 de diciembre.

Aunque muchos diputados confían en liquidar toda una semana antes, la orden es organizar un viaje de retorno tras el primer brindis.

Y no parece fácil evitarlo porque entre el 12 y el 14 de diciembre no habrá sesiones, sino reuniones de comisión para emitir dictámenes del presupuesto,  reforma impositiva y el impuesto al cheque, leyes avaladas con los gobernadores que no deberían tener problemas en aprobarse.

También de la reforma previsional, sólo que esa ley previeron tratarla el 27 o 28 junto a la de consenso fiscal y la de responsabilidad fiscal de las provincias, o sea, repetir la sesión del último miércoles en el Senado en el recinto vecino. 

El 19 o 20 de diciembre se aprobaría el presupuesto y la reforma a la ley del cheque, que el Senado debería hacer ley en lo que reste del año. Federico Pinedo podría ajustar las gestiones podría sancionarlas esa misma semana con dos tercios. 

Pero su tarea más difícil será convencer a Pichetto para reactivar la reforma laboral, un trámite que en Cambiemos ya creen imposible para este año. "Haremos el último intento, pero lo vemos perdido hasta febrero o marzo", se resignaban este viernes.

En febrero, además, el Gobierno impondrá una agenda institucional, con proyectos como la reforma electoral y la administrativa, aun estudio en el Ministerio del Interior.

Otra prioridad es la reforma del Ministerio Público, presentada por Pinedo y Pichetto pero frenada tras la resistencia de senadores cercanos a Cristina. Deberán debatirla con la ex presidenta en su banca. 

Si no se sanciona este mes, Alejandra Gils Carbó dejará la procuración el 31 de diciembre y en enero la sucederá el adjunto. Parece lo más probable.