Piñera ahora prometió educación gratuita y puso en crisis su coalición
La exigida segunda vuelta que deberá enfrentar Sebastián Piñera empezó a generar las tensiones previsibles en la alianza de centroderecha que encabeza. Presionado para expandir su base al centro, este jueves cerró un acuerdo con el senador populista Manuel José Ossandón, que le exigió que revea su rechazo a ampliar la gratuidad de la educación universitaria, una bandera de la presidenta Bachelet.
Piñera se comprometió a extender al 60 por ciento la gratuidad -hoy alcanza al 50%- y se plegó así al programa de Bachelet que había rechazado públicamente. Ossandón, que lo había enfrentado en las primarias y luego de ser derrotado nunca le dio un apoyo real, festejó el giro de una manera extraña: "El presidente Piñera se comprometió conmigo que en su gobierno la gratuidad estudiantil va a aumentar, si no respeta lo acordado tendrá al frente a su peor enemigo".
Piñera había rechazo durante la campaña para la primera vuelta la propuesta de la presidenta Bachelet, a la que tildó de "irresponsabilidad fiscal". El giro del ex presidente confirma además, como publicó LPO, que el inesperado resultadoelectoral fortaleció la agenda de la presidenta.
La decisión fes festejada por el partido Renovación Nacional, el más grande y más de centro de la coalición Chile Vamos que sostiene la candidatura de Piñera. Pero provocó el previsible rechazo de la UDI, el partido más de derecha de los que lo apoyan.
La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, rechazó con cuidado el giro de su candidato, apelando a los mismos argumentos fiscalistas que en el pasado esgrimía Piñera. "Los recursos son finitos, tenemos un programa de gobierno consensuado con los partidos y (la nueva propuesta) debiera evaluarse internamente", agregó.
Desde el gobierno de Bachelet aprovecharon la oportunidad para castigar a Piñera por su oportunismo: "¿A quien le creemos? ¿Al Piñera del lunes, del martes o del miércoles?", se burló la vocera del gobierno, Paula Narváez.