Senado

Sanz y Morales acordaron en el Senado y Naidenoff preside el interbloque

El jujeño impuso a Rozas como jefe de bloque y el mendocino a Naidenoff al frente del interbloque. Los motivos.

Poco después de las elecciones, Gerardo Morales fue al Senado y se reunió con su ex compañero Luis Naidenoff. "Ángel quiere seguir como jefe de bloque, porque tiene muchos compromisos. Vos agarrá el interbloque, cerras las sesiones, vas a la Casa Rosada y tenes protagonismo", le propuso.

Naidenoff no salía de su asombro: Rozas había renunciado a la presidencia del bloque, molesto porque Mauricio Macri lo había ignorado en una visita a Chaco.

Hasta ese momento Morales le había asegurado todo el poder posible: jefe del bloque UCR, del interbloque Cambiemos y representante del oficialismo en el Consejo de la Magistratura.

Pero el presidente nunca digirió que aún con esos galardones se atreviera a desafiar al macrismo en Chaco y necesitara un reto de Marcos Peña y Rogelio Frigerio para sostener la marca Cambiemos en las elecciones.

Aún después de esos incidentes, Rozas volverá a tener la presidencia del bloque, un cargo que, en los hechos le servirá para sostener los recursos de los senadores de la UCR. Morales le llama "compromisos".

Naidenoff iba a reemplazar al chaqueño en todas sus funciones por gestión de Ernesto Sanz, pero el pedido de Morales pronto tomó forma de advertencia: si había rebelión, estaba dispuesto a juntar votos y tenía la mayoría para hacer lo que quiera. Los dos jujeños y el santacruceño Eduardo Costa torcían la balanza a su favor.

El formoseño prefirió no tensar la cuerda y aceptó restringir su autoridad al interbloque, inédita en el Congreso, porque se supone que quien coordina a un frente tiene ascendencia sobre su fuerza de origen.

Sanz y Morales, que por años manejaron los hilos radicales en el Senado, intentaron un esquema similar en Diputados, pero se encontraron con un dique armado por Mario Negri y Elisa Carrió.

Negri juntó firmas para asegurarse la jefatura de la UCR y la chaqueña le pidió a Monzó que el interbloque lo dirija el líder de alguno de sus tres partidos miembros, para que no aparecieran Sanz y Morales con sorpresas. Hasta ahora lo logró.